He asistido a muchos conciertos, he pagado 1 millón de pesos por ver a los Rolling Stones, 700 por ver a U2 frente al escenario. He tratado de ver a los artistas que me gustan más y no pongo reparos. Pero si me parece un abuso absoluto que cobren 100 mil pesos una entrada para que a uno lo salude un muchacho como Jessi Uribe y su novia Paola Jara. No sé cómo le están yendo con la boletería, per no le encuentro sentido. Además me ha resultado incómodo ver como esta pareja no ha reparado en sus ganas de figurar en medio de la pandemia. Primero fue la extravagancia de intentar hacer un concierto en un helicóptero en plena cuarentena con la venia del alcalde de Medellín Daniel Quintero y luego esto, cobrar por hacer un concierto virtual. Uno de los ganchos es ofrecer una botella de aguardiente Nectar personalizada, ¿a quién le importa? una botella de Néctar vale como 30 mil pesos, ¿por qué voy a pagar 100 mil sólo para que Jessi me mande un saludo, un tapabocas y esta botella?
Además una provocación como esta a la ex de Jessi Uribe deja muy mal sabor de boca. Es un desafío de muy mal gusto por culpa de esta pareja que cada vez se gana más antipatía en el país:
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Se filtra video de Paola Jara pidiendo perdón a ex de Jessi Uribe. #PaolaJara #JessiUribe
No sabemos como está el cuento de las boletas pero las ganas de figurar de ambos los ha transformado en personas que generan resistencia en buena parte de los colombianos