Es innegable el fenómeno político que se ha creado alrededor de la figura de Iván Duque: él dio la gran sorpresa al derrotar con amplia diferencia, en la Gran Consulta por Colombia, a la experimentada candidata Marta Lucía Ramírez y al exprocurador Alejandro Ordóñez. El fenómeno del que dijo Uribe sigue creciendo y hoy encabeza todas las cuentas.
Somos muchas las personas que creemos que no es la mejor opción para Colombia y aquí voy a exponer las principales razones por las que creo que no debe ser presidente.
Falta de experiencia: la juventud no siempre es sinónimo de inexperiencia, lamentablemente, en el caso de Iván Duque si es así. Cuenta una formación académica poco idónea para el cargo al que aspira, más cuando en la contienda electoral hay candidatos, como Sergio Fajardo, que cuentan con doctorado. Entre tanto, el que dijo Uribe cuenta con estudios ejecutivos en negociación estratégica, políticas de fomento al sector privado y gerencia de capital de riesgo de corta duración en la Escuela de Negocios y Gobierno de la Universidad de Harvard, un título que no está al nivel de una maestría y mucho menos de un doctorado.
En cuanto la experiencia laboral, el panorama no es distinto. Duque es el único candidato que nunca ha ejercido un cargo ejecutivo de alto nivel y tampoco un cargo de elección popular. Comenzó su vida pública trabajando para Juan Manuel Santos, entonces Ministro de Hacienda del gobierno Pastrana, como consejero de esa cartera, luego fue enviado a trabajar del 2001 al 2013 al Banco Interamericano de Desarrollo. Su elección como congresista se dio gracias a la lista cerrada que encabezó Álvaro Uribe en las contiendas del 2014. Como se ve, los cargos desempeñados por el candidato no le brindan la experiencia necesaria para ejercer el cargo más importante de Colombia.
Heredero político de Álvaro Uribe: todo el capital político de Duque es una herencia de Álvaro Uribe, el candidato no puede tomar decisiones políticas individuales, todos sus movimientos, al igual que el resto de los integrantes del Centro Democrático, deben ser conocidos y avalados por el Senador Uribe.
Es conveniente recordar que el senador Uribe tiene abiertas más de 300 investigaciones por delitos de toda índole. Gran parte de su gabinete de gobierno se encuentra condenado o investigado. En el mismo sentido, gran parte de su familia tiene dudosa reputación: su hermano, Santiago Uribe Vélez, estuvo detenido mientras se desarrollaba el proceso judicial en su contra por vínculos con paramilitares, aunque no ha sido condenado, la Fiscalía afirma tener pruebas dicientes en su contra; su excuñada, Dolly Cifuentes, fue condenada y extraditada a EE.UU. por narcotráfico; además hay pruebas que demuestran que su padre, Alberto Uribe Sierra, tuvo vínculos con el cartel de Medellín y que el expresidente, hoy senador, también se vio involucrado en esa relación. Se necesita todo un libro para hablar del dudoso pasado y presente de Álvaro Uribe, pero lo importante, por ahora, es evitar que el escudero del cuestionado expresidente logre llegar a la presidencia y desde allí continúe el legado uribista que tanto daño le ha hecho a Colombia.
Campaña sucia: gran parte del discurso de Iván Duque gira alrededor del miedo, al igual que en el plebiscito. Los uribistas y demás aliados buscan generar miedo colectivo en la sociedad y el principal elemento es el de convertirnos en otra Venezuela. El que dijo Uribe se autoproclama como el único candidato capaz de salvar a Colombia de una crisis como la que sufre el vecino país.
Irónicamente, si hay un personaje en Colombia parecido a Hugo Chávez es el mismo Álvaro Uribe Vélez, al igual que el difunto presidente de Venezuela, Uribe cambió la constitución para perpetuarse en el poder, amenazó con eliminar los medios de comunicación que no son afines a sus ideales, persiguió hasta al cansancio a la oposición y tuvo graves casos de corrupción durante su gobierno.
Duque es el candidato candidato del miedo y la polarización.
Hacer trizas el acuerdo de paz: desde el comienzo de las negociaciones, en el año 2012, Iván Duque y su copartidarios se han opuesto de muchas formas al desarrollo de los acuerdos de paz. No contentos con oponerse a los acuerdos, sembraron terror en los colombianos hablando del castrochavismo, basándose en mentiras. Es Iván Duque el único candidato que ha manifestado, abiertamente, su intención de hacer cambios a los acuerdos de La Habana, sin tener presente que cualquier cambio a lo acordado puede ahondar la crisis en la implementación de lo acordado.
Odebrecht: en febrero de 2014 Iván Duque acompañó a Óscar Iván Zuluaga a Sao Paulo, donde se entrevistaron con el asesor político José Eduardo Cavalcanti de Mendonça, conocido como ‘Duda’ Mendonça. Según declaraciones del mismo señor Mendonça tras ese encuentro, Mendoça ofreció 4,3 millones de dólares, pero la campaña de Zuluaga consideró la cifra demasiado elevada y entonces Odebrecht se ofreció a pagarle por medio de depósitos en cuentas bancarias en el exterior.
Según el publicista, al final de las elecciones en Colombia, que como se sabe terminó con el triunfo del presidente Juan Manuel Santos en la segunda vuelta, la constructora solo le transfirió 1,6 millones de dólares a la campaña uribista.