Desde el inicio de la pandemia (en diciembre de 2019 en Wuhan, China) y la llegada del primer caso a Colombia (el 02 de marzo de 2020), los diferentes gobiernos a nivel mundial se han preocupado por tomar decisiones de política pública que permitan garantizar la salud y la vida de los ciudadanos. Es así como hacia el 21 de ese mes se inició un simulacro de distanciamiento social en Bogotá y posteriormente se declaró una cuarentena (ya va para más de cien días).
El objetivo de la cuarentena era preparar al sector de la salud para el impacto del COVID-19, permitiendo ajustar los servicios ante el aumento de la demanda hospitalaria, en especial de atención crítica, cuando se acercara el pico de la pandemia (previsto hacia finales del mes de julio o las primeras semanas de agosto).
Ante esta coyuntura surge una pregunta: a estas alturas, ¿cómo está preparado el distrito capital frente a la pandemia? Colombia se ha catalogado en el mundo en el sexto puesto de muertes en un día (con 187 fallecimientos el pasado jueves) y en el segundo en Sudamérica, después de Brasil. Pues bien, Bogotá aporta el 21% (950) de los fallecidos (INS).
Con eso claro, al realizar un recorrido por las subredes encontré tres problemáticas que si no son subsanadas harán que las tasas de mortalidad tengan un incremento no justificado, más teniendo en cuenta todo el tiempo de preparación que se tuvo, que debió servir para planear cómo enfrentar esta coyuntura.
En primer lugar, la cantidad de ventiladores que han llegado a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) va a ser insuficiente, aún más cuando se está en el 91% de ocupación, a pesar de los esfuerzos que se ha realizado.
En segundo lugar, se carece de medicamentos esenciales en la prestación de los servicios como relajantes musculares vitales (cisatracurio y vecuronio), analgésicos (propofol y midazolam) y antibióticos (claritromicina oral), los cuales son importantes en la atención médica crítica. Hay problemas en el stock de los hospitales públicos.
En tercer lugar, a pesar del aumento de capacidad instalada en infraestructura, el personal de salud es el mismo y lo que se ha hecho es doblar la cobertura con los actuales, con el agravante de que no hay estudiantes, ni internos que apoyen las labores.
Hubiera esperado que en todo este tiempo de planeación los servicios estuvieran mejor preparados, pero la preocupación es mediática buscando responsables a nivel nacional.
Cabe recordar que Colombia es descentralizado y la responsabilidad es de los alcaldes y gobernadores. Por favor, miremos estos baches que se encuentran para no tener que lamentar el fallecimiento de un bogotano más o de un ser querido: ¡quédate en casa!