Si bañarse todos los días es bueno o no es una pregunta que muchas personas se han hecho alguna vez en su vida. En algunas culturas, como la europea, el baño diario no es una prioridad. Pero por el contrario en culturas como la latinoamericana el bañarse a diario hace parte del hábito de la buena higiene.
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Las personas principalmente lo hacen para oler bien, para sentirse frescos y más relajados, pero sobre todo porque es una enseñanza que viene de generación en generación, una de las razones es que a diferencia de Europa, vivimos en un continente caluroso, donde sudar hace parte de la cotidianidad y el sudor es el principal causante del mal olor en el cuerpo.
Un reciente estudio de la prestigiosa Universidad de Harvard, el cual lideró el profesor e investigador catedrático Robert H. Shmerling, y además miembro del Consejo Asesor Editorial y editor de la publicación Harvard Health Publishing, dice que el baño diario, aunque depende de cada cuerpo y de cada actividad realizada, puede generar un impacto negativo en la salud corporal.
Para el investigador, las personas con piel sensible pueden alterar la salud de su piel con baños diarios. El estudio indica que no es necesario ducharse a diario para mantener una buena higiene corporal. Y que bañarse solo habría que hacerlo cuando sea absolutamente necesario, por ejemplo con sudor y suciedad, si la persona ejerce actividades que la lleven a sudar demasiado o a ensuciarse.
También dice el estudio que para ducharse no es recomendable hacerlo con agua caliente, ya que esta elimina las capas de grasa protectoras de la piel, así como las bacterias y microorganismos que son llamados ‘buenos’.
Entre los daños que el baño diario y el agua caliente le pueden hacer a la piel son que esta se puede irritar y esto causa picazón. También la sequedad en la piel puede generar grietas en las que las bacterias maliciosas produzcan infecciones y alergias.
Los jabones antibacteriales tampoco son recomendados porque eliminan las bacterias que sí son importantes y beneficiosas para la piel. Además, concluye el estudio, el bañarse a diario pueden llegar a reducir la capacidad del sistema inmunológico para realizar su trabajo porque el ambiente externo y sus suciedades son necesarias para crear anticuerpos protectores.
