Sesenta y cho días de alto al fuego en Gaza voló por los aires el martes. Una embestida brutal con 400 muertos revivió el horror y el miedo en los gazetíes que ya han padecido 15 meses con 62.000 muertos. Han vuelto el deambular de norte a sus con los niños y lo poco que le queda al hombro, han vuelto la avalancha sobre la poca ayuda humanitaria, han vuelto órdenes de evacuación forzosa del ministro de Defensa de Israel y la voz autoritaria de Benjamín Netanyahu, diciendo “Esto es solo el principio”, al romper unilateralmente el cese al fuego.
Enfrentado a las próximas elecciones Netanyahu ha visto caer su popularidad en estos dos meses. Ha preferido enfrentar una nueva guerra, para atraer a los desplazados hacia el partido de ultraderecha de Ben Gvir, su socio en la coalición que lo abandonó cuando aprobó el acuerdo. El partido Otzma Yehudit se fue del gobierno, pero regresó el martes tras los bombardeos.
Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad Nacional, del ultranacionalista Poder Judío ha dejado en claro su posición. El otro partido de extrema derecha de la coalición, es Sionismo Religioso, liderado por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, Sionismo Religioso también se opone vehementemente al acuerdo.
Poder Judío tiene seis escaños en el Parlamento de 120 escaños, y si el partido dimite, la mayoría parlamentaria del gobierno quedaría a una exiguo 62, frente a los 68 que tiene. El Sionismo Religioso de Smotrich, tiene siete escaños, ha amenazado con abandonar el gobierno más adelante si Netanyahu pasa de la primera fase del acuerdo de alto al fuego, que prevé una tregua de seis semanas, a una tregua permanente.
Netanyahu está contra la espada y la pared. En los próximos días la Knesset -Parlamento israelí- debe aprobar el presupuesto nacional de 2025. De no salir adelante, el gobierno caería automáticamente. Dado que los partidos ortodoxos han anunciado que votarán contra el presupuesto en represalia a que Netanyahu no logra conseguir mayoría para aprobar una ley que los exime del servicio militar, para mantenerse en el puesto necesita de todas maneras el apoyo de Ben Gvir.
El apremio electoral ha recaído sobre los sufridos palestinos que están pagando con bombas los votos en el parlamento. Y de paso retrasar tres procesos por corrupción del primer ministro.
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Trump en escena
Trump que presionó la tregua que comenzó en la previa de su regreso a la Casa Blanca, ahora tiene un escenario diferente. La administración estadounidense dio visto bueno a los ataques del martes, semanas después de lanzar su plan para vaciar Gaza, condenar a los palestinos al desplazamiento forzoso y levantar la “Riviera de Oriente Medio”.
Los analistas insisten en que la pretensión de Israel es que con superioridad militar y el apoyo de Trump puede establecerse en toda la tierra de Palestina histórica. Históricamente eso no ha sido posible.
