Las más tradicionales galerías de arte venezolanas como Galería Freires, Antonio Ascaso y Graphic Art han respaldado desde sus inicios hace diez años, la Feria Internacional de Arte de Bogotá que patrocina la Cámara de Comercio. Sin embargo en la última versión de la Feria Iberoamericana de Arte de Caracas, la FIA, que concluyó el pasado 1 de julio, se supo que las galerías venezolanas no estarán en la Feria del próximo 25 al 28 de octubre.
Esteban Jaramillo, propietario de la galería La Cometa de Bogotá sentó su voz de protesta. En esta carta expresó su desacuerdo con María Paz Gaviria, presidenta de ArtBo, quien ha esquivado su responsabilidad en el Comité de selección: “Artbo no es quien selecciona las propuestas sino un comité delegado por la Cámara de Comercio (ente organizador del evento) integrado por personajes de reconocida trayectoria que no tienen punto de cuestionamiento”, dijo.
En el caso de ArtBo los integrantes de dicho comité también son expositores de la Feria, hecho que ha sido cuestionado en algunos escenarios. Maria Eugenia Niño de Galería Sextante (Colombia) , Catalina Casa de Galería Casas Reigner (Colombia), Elba Benítez de Galería Elba Benítez (España), Inés Sicardi de Sicardi Gallery (EE.UU) y Eduardo Brandao de Vermelho (Brasil).
Jaramillo insiste en que ésta decisión demuestra una falta de estrategia muy grande pues al no invitar galerías venezolanas es natural que los coleccionistas se sientan molestos y no quieran comprar arte colombiano. En contraste con la esta decisión, seis galerías colombianas participaron en la pasada feria venezolana, con lo cual se esperaría una mínima reciprocidad.
Venezuela es el mayor comprador de artistas colombianos después de Colombia. Allí hay coleccionismo hace más de 70 años y gracias a ello muchos artistas colombianos han salido del país. Para Magdalena Arria, dueña de la galería venezolana Graphic Art y fundadora de la FIA: “Ésto es un rechazo al arte venezolano. No veo con que autoridad moral cinco galerías juzgan los 37 años que tiene la mía.” Comenta que la Feria de Caracas tiene 22 años y ella nunca ha rechazado a quienes la apoyaron desde el principio.
Arria lleva siete años con presencia en ArtBo y mucho tiempo trabajando con artistas colombianos como Edgar Negret y Alberto Riaño. “Es una situación desagradable porque te quitan el piso que has construido. Las ferias son una inversión, para promover y vender ¿ahora qué le decimos a los coleccionistas?”. Arria no piensa volver a inscribirse a la Feria de Bogotá y cuestiona el liderazgo de María Paz Gaviria frente al comité asesor.
María Paz ha argumentado que hay tres galerías venezolanas en la lista de participantes: Carmen Araujo Arte, Faría Fabregas Galería, Durban Segnini Gallery; sin embargo dos de ellas están radicadas en Estados Unidos y la otra se dedica al arte experimental.
En los últimos años la inversión venezolana en Colombia ha crecido notablemente. Compañias como Polar, Farmatodo, Locatel son sólo algunas de las más de 60 que han llegado al país promoviendo una inversión inmobiliaria que sobrepasa los 40 millones de dólares. Por eso, esta actitud no sólo molesta al mercado del arte sino a la comunidad venezolana en Colombia pues como dice Jaramillo: “Uno por cuenta del éxito no puede descabezar a sus hijos.”
