El pasado 25 de abril de 2024 en el Congreso de la Republica, en sesión de control político a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) y a los operadores del servicio de energía en la región Caribe, AIR-E y AFINIA, la Representante a la Cámara por el Departamento de Bolívar Dorina Hernández Palomino (línea somos porque somos-pacto histórico), en defensa de los intereses del pueblo Caribe, ocasionó una explosión cuando acusó a los gobiernos anteriores, específicamente al de Iván Duque y, a los congresistas que sin piedad aprobaron en el plan de desarrollo 2018-2022 la formulas nefasta que ha ocasionado el alza de las tarifas de energía que azotan el bolsillo de los habitantes del Caribe colombiano. Sin importar comprender el dolor ajeno de la ciudadanía, el representante a la Cámara por Córdoba por el Partido Conservador Wadith Manzur salto al ruedo para borrar de un solo tiro los planteamientos de Dorina Hernández calificando su intervención de “básica”, arremetió con un lenguaje insultante: “Investigue y estudie”, le grito a la Representante Hernández Palomino.
La secuencia de la lógica ante el uso de la razón nos lleva al plano, que, en una sociedad acelerada y polarizada, la tendencia es hablar o gritar buscando que el comportamiento borre a la inteligencia por el aparecimiento de la agresión, o, que es preferible que surja el “fake news” (información falsa, que confunde y confunde para impactar) que con un solo “tuit” falso o pervertido y descontextualizado se pretenda desconocer la defensa a los derechos sociales de la gente.
Es evidente que el pueblo Caribe, se encuentra sufriendo, es evidente y muy claro el clamor general ante el promedio de un 30% por encima del resto del país. La indignación de la Representante Dorina Hernández resonó en todo el país, su pronunciamiento para que la CREG busque soluciones efectivas en el tiempo inmediato, para que se suprima las perdidas No Técnicas de la composición tarifaria en la costa Caribe que se triplica frente al resto del país, lo contrario seria seguir dejando campante para que los operadores AFINIA y AIR-E continúen haciendo de las suyas.
En una jornada esperada para abordar el debate político de los aumentos en los costos de energía y gas natural en la Costa Atlántica, la atmósfera se tornó agitada cuando la representante Dorina Hernández, tomó la palabra: “Necesitamos eliminar esa tarifa diferencial, y no es justificable decir que no se dieron cuenta los congresistas de turno”, afirmó. “Quiero contarle al país que nos han engañado, por los cobros impagables principalmente en la región caribe, que su origen está en la privatización (...)”
La congresista le metió un “gancho” verbal al congresista impiadoso, defendiendo a la ciudadanía en general “con uñas y dientes” mientras despotricaba contra la injusticia. Fue un terremoto de ideas claras en el Congreso, dejando claro que no se quedará de brazos cruzados mientras las empresas prestadoras del servicio de energía abusan de los menos afortunados en la región Caribe. Esta reflexión nos lleva a preguntar: ¿Por qué el representante Wadith Manzur adoptó por no defender el interés general? Diría, que, el reciente arrebato del Representante Manzur, al defender a capa y espada un interés que solo beneficia a unos pocos mientras perjudica al bolsillo de la ciudadanía en la región Caribe, ha generado una ola de indignación y conmoción. Más allá de la acalorada intervención, surge la necesidad de analizar las motivaciones que subyacen a este comportamiento y las repercusiones que tendrá en la región.
La fuerza femenina de Dorina que con a su voz resonadora en favor de los desfavorecidos y desafiando a la degradación de statu quo ha venido rodando de tiempo atrás, invocando el eco de la injusticia, embistió con fuerza moral contra la defensa del congresista Manzur, que debe representar ante tanta polarización para que los costeños masacrados por las altas tarifas de energía se miren hacia adentro para que en una sola voz piensen en sus expectativas y esperanzas de prosperidad y se reflexione en una soberanía energética que equilibre el precio en la bolsa de energía, que le tuerza el pescuezo a la fórmula de la Comisión de Regulación de Energía y Gas. Mientras el promedio nacional de pérdidas de energía que pagan los usuarios no costeños oscila entre el 8% y el 11%, en la región que maneja Afinia está en el 18% promedio y en la de AIR-E en 25%. Allí radica la indignación de la Representante Hernández Palomino.
Una soberanía que regule y participe, es el camino. Desde tiempo atrás el Estado ha venido fallando, ya no era un regulador natural, porque el país se tragó el cuento que la CREG estaba por encima de todo y lo que ellos ordenaban nadie lo podía contradecir. Antes y después del Covid-19, el Estado enfrenta para el siglo XXI grandes retos. En el epicentro del Ministerio de Minas y Energía hay un enfoque, que ante tantas iniquidades el Estado debe ser el regulador absoluto y bienvenidos todos los privados.
La andanada de críticas incisivas, desmantelando con inteligencia y razones, que trascendió lo meramente retórico, la Representante Hernández Palomino reveló las fisuras ante el tejido político de una mentalidad en episodios de ambigüedades que se dan en el Caribe, que ocasionan daño (...); llamó la atención sobre la urgencia de un cambio estructural que ponga fin al sufrimiento ante la masacre al bolsillo de los costeños.
Analista de política pública- [email protected]
