Pudo haber sido claro en algún momento que nuestra prensa fue sorprendida con los pantalones abajo cuando se le impuso la figura de Pablo Escobar Gaviria. Al fenómeno mediático de su insurgencia cabe agregar el trabajo de soporte que hacía dentro de las comunas populares y la larga y ostentosa chequera que aceitaba goznes de apertura y aceptación a diestra y siniestra. Y estaba la figura de su supuesta invencibilidad ubicua. Andado el tiempo demostró que no era posible una hemostasis: su capacidad de violentar el establecimiento rompía los moldes del mismo hasta que asomó el pescuezo. Al quebrársele sus círculos de defensa él mismo asumió su imposible defensa: murió en su ley. Fue demasiado tarde para que la prensa dejara de mostrarnos sus propias peladuras.
Guardadas las proporciones algo de eso está en ciernes, a propósito de lo que ha logrado sintetizar el cineasta Michael Moore tratándose de Donald Trump.
“Las escuelas de periodismo estadounidense no han capacitado a los estudiantes sobre cómo cubrir a un líder autoritario. Nuestros medios no tienen idea de a qué se opone. Están siendo arrollados por un tirano porque Trump entiende los medios y entiende el país en el que vive más que los que lo cubren. Esto nos pone a todos en grave peligro. Por lo pronto, espero que esta película exponga ese grave peligro y muestre a la gente la salida”.
Michael Moore el documentalista que puso en tela de juicio y combatió las mentiras orquestadas por George Bush en Fahrenheit 9/11 tiene razones para convencernos que entiende el fenómeno y tiene listo un documental, Fahrenheit 11/9, que pretende derrotar a Donald Trump no más allá de las elecciones de mitaca.
Moore primero que todo parece saber hacia dónde va Trump, lo cual es muy útil cuando se trata de un guion. Si tienes el principio y sospechas cuál puede ser el final tienes la película. Incluso, en mecánica clásica, según Newton, sí se conoce el final de una trayectoria, con algún dato adicional puede reconstruirse su decurso completo. Si así fuere, es posible establecer en esas estaciones meteorológicas que son las elecciones de mitaca cuánto puede alterar el tiempo que el aguacero de votos desaparezca.
“Donald Trump es un genio malvado. Él no tiene intención de abandonar la Casa Blanca. Cada vez que oye que otro país tiene un presidente de por vida, se anima y piensa: "¡Me gusta el sonido de eso!" Y tiene un partido político obediente que mantiene a cada asiento del poder apoyándolo”.
Cualquiera puede darse cuenta que esa cita es un story line con todas sus reglas. Es apenas natural que nada se diga del final que tape la expectativa. Querrás ver la película.
Moore además alienta la ilusión. En comparación a aquella época en que debió enfrentar a Bush dice:
“Ahora vivimos en tiempos aún más oscuros. ¡Así que eso no ha cambiado!
“Sin embargo, ahora vivimos en un país muy liberal. La mayoría de los estadounidenses pueden no calificarse a sí mismos como liberales, pero si nos fijamos en casi todos los temas importantes, la mayoría de los estadounidenses apoyan la posición liberal. Quieren Medicare para todos. Creen en la igualdad de las mujeres y la igualdad salarial. Creen que la inmigración es buena para Estados Unidos. Creen en los derechos LGBQT y la igualdad en el matrimonio. Quieren control de armas. Quieren romper los grandes bancos. Quieren prekínder universal y una universidad pública gratuita para todos. Quieren gravar a los ricos y las corporaciones. Y sigue y sigue y sigue. Es sorprendente lo liberal que es el pueblo estadounidense cuando se lo mira tema por tema”.
Esto podría sugerir la clave de qué ha estado haciendo mal la prensa al tratar con los genios malvados. Si la liberalidad de las sociedades, podríamos decir lo mismo de Colombia, es tan ostensible y tumultuosa, qué es lo impide que la prensa pueda leerla y apoyarla para ayudar a oponerse a la eventual tiranía. Sobre este tema precisamente se teje el Anti Edipo de Gilles Deleuze y Félix Guattari que exploraron los peligros del fascismo que traería aparejada la insurgencia de mayo en París durante aquel año de 1968. Detrás de la revolución en las calles, dicen los autores, habría habido un peligro mayor, el posible triunfo del maoísmo como expresión recóndita y oculta del fascismo. Huyendo del estado de cosas, pudieron haber caído, según sus más expresivos deseos, en una nueva máquina fascista. Es decir, el fascismo es el peligro.
En el Anti Edipo, se resumía así: “(…) el problema fundamental de la filosofía política sigue siendo el que Spinoza supo plantear (y que Reich redescubrió): “por qué combaten los hombres por su servidumbre como si se tratase de su salvación” Obsérvese de pasada cómo esta expresión podría ser casi una definición del sistema capitalista. ¿Cómo es que el trabajador anhela su salario como si ignorara que este es precisamente su cadena?
“(…) Nunca Reich fue mejor pensador que cuando rehúsa invocar un desconocimiento o una ilusión de las masas para explicar el fascismo, y cuando pide una explicación a partir del deseo, en términos de deseo, no las masas no fueron engañadas, ellas desearon el fascismo en determinado momento, en determinadas circunstancias, y esto es lo que precisa explicación, esta perversión del deseo gregario”
Cómo es que estando las masas consolidadas alrededor de cierta síntesis liberal global de su conciencia social en muchos temas, corre y hace cauda de 60 millones de votantes tras Trump. No se puede alegar que fueron engañadas, no se puede decir que fueron tras una ilusión.
Deleuze y Guattari demostraría que fueron tras Trump porque gestionaron mal sus deseos. Cuando Moore nos dice que Trump conoce mejor que la prensa la nación norteamericana y denuncia que las universidades no preparan a sus periodistas para enfrentar al genio malvado está diciéndonos que no están entendiendo cómo gestionar el deseo de manera distinta dentro de las gentes. Y es como si se dijera, colmando, que Trump también estaría obligando a la prensa y a las universidades a gestionar mal sus propios deseos, sin diferenciarse de las masas que debieran orientar. Pero, ¿lo sabe Trump? ¿Podría insinuar alguien que Trump haya leído siquiera medio renglón del Anti Edipo y conoce la gestión del deseo? Quizás ni un ápice pero precisamente por ello es un genio malvado.
Y qué hará Moore. Cómo gestionará el deseo de la gente, de manera que altere las elecciones de mitaca y detenga a Trump desde un congreso sin sus mayorías. Por lo pronto está gestionando su documental casi bajo el mismo nombre de algo que le dio éxito rotundo. Hoy es evidente que Bush manipuló el deseo de las gentes usando el miedo como vehículo contra Sadam Hussein, pero Moore logró contrarrestarlo. Le dice a los norteamericanos de Fahrenheit 9/11 pasaremos a Fahrenheit 11/ 9. Por eso: “Todo termina el 21 de septiembre”, cuando salga a las salas. Sabe vender también.
Pero hay más. Moore sostiene que debe abominarse de la esperanza. Esto es crucial y casi alucinante. Es perverso porque sabemos que Winston Churchill para salvarnos del fascismo crudo lo que ofreció fue penurias.
“A la mierda la esperanza. En serio, a la mierda la esperanza. A la mierda la desesperación, también. Pero a la mierda la esperanza. La esperanza es pasiva. Esperar te da permiso para dejar que otra persona haga el trabajo. Esperar lleva a la gente a creer que las declaraciones de impuestos, o una cinta de pis, o el FBI o una estrella de cine adulta salvarán al país. La esperanza y la pasividad que conlleva es lo que nos ayudó a llegar a donde estamos. Es la salida perezosa. No necesitamos esperanza. Necesitamos acción”.
Moore es inteligente y orienta de inmediato. Con el discurso del genio malvado tras el miedo inducido y cerval se soslaya la percepción de una enorme esperanza de solución, en medio de cuyo océano de insatisfacciones incursiona la mala gestión del deseo de la gente. El malvado nunca soluciona, achaca que jamás ha actuado lo suficientemente libre de presión, necesita más y más poder. Siempre necesita una nueva oportunidad. El aprendiz de brujo prepara sus brebajes. Estas son algunas de las trampas. Esperemos el documental para disfrutar qué otras añagazas ha descubierto.
Mientras tanto estaremos terminando un masterado tan exclusivo como acelerado sobre el Anti Edipo. Confrontaremos a Moore en su propia percepción cual forma de una prensa que simplemente no caiga en sus manos.
Advertimos no sin sonrojo que cualquier parecido con el fenómeno colombiano es pura y simple coincidencia.
Nota. Las citas de Moore las he tomado dela artículo del Huffpost Michael Moore’s ‘Fahrenheit 11/9’ Trailer Aims To Expose Trump’s ‘Evil Genius’, traducido por Google. Las citas de Anti Edipo, capitalismo y esquizofrenia, de ediciones Paidos, pág. 36. Existe un curso de masterado on-line del Anti Edipo. La referencia a Wilhelm Reich se encuentra en Psychologie de masse du fascisme, citado en el libro.