El alcalde Carlos Fernando Galán no mueve una hoja sin la venia del politólogo y filósofo Miguel Silva Moyano, quien además hizo una Maestría en Seguridad y Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra y así es desde cuando Galán fue concejal de Bogotá el 1 de enero del 2020.
Tras la derrota frente a Claudia López, a Galán le correspondió un lugar en el Cabildo Distrital del que fue su primer Presidente por incidencia de la Alcaldesa quien contaba con la gran coalición alrededor del Partido Verde.
Desde entonces, Silva es la sombra de Galán y fue el encargado de coordinar su equipo de trabajo en el Cabildo Distrital. Luego, repitió como Coordinador Programático en la campaña de Galán para la Alcaldía de Bogotá como lo había sido en la primera contienda electoral para ese cargo en 2019.
En el arranque del Gobierno, Galán lo nombró Secretario de Planeación para estructurar el Plan de Desarrollo “Bogotá camina segura” y con el programa de gobierno sancionado el pasado 7 de junio de 2024, a partir del 18 de junio de este año, Silva cogió las riendas de la administración desde la Secretaría General de la Alcaldía, con una oficina contigua al Alcalde en el Palacio Liévano. Es allí donde se estructuran los contratos, se evalúan propuestas y se echan a andar los planes como acaba de ocurrir con las polémicas 5 camionetas blindadas para el desplazamiento de Galán y su familia.
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Por el escritorio de Silva pasó la recomendación de la policía de Bogotá de renovación de flota y también el proyecto de Acuerdo para buscar la adición presupuestal. Su trabajo es garantizar transparencia en la compra pero no solo no ha dudado en darle el visto bueno, sino en salir a defender a capa y espada la polémica adquisición en contravía a las directrices de austeridad cacareadas desde el Palacio Liévano.
Ante la reacción crítica de algunos concejales de Bogotá como Diana Diago y Daniel Briceño, ambos del partido Centro Democrático, de atacar al gobierno de Galán por la adición presupuestal, Silva no dudo en justificar el gasto a través de la Secretaría de Seguridad para cambiar los vehículos con el argumento de que ya estos cumplieron su vida útil después de ocho años.
Fue una recomendación de la Policía Nacional la que definió la adquisición y no solo serán para el Alcalde y su Familia, también para los Directores de la Cárcel Distrital por los niveles de riesgo propios del cargo que tienen. La inversión en el parque automotor será de $ 2.608 millones y harán parte de la adición de $ 35.466 millones en la que están incluidos recursos para la compra de kits de seguridad, atención a las marchas, mantenimiento de la infraestructura tecnológica de seguridad y la construcción del nuevo Comando de la Décima Tercera Brigada del Ejército Nacional.
Esta no será la primera ni la última de las batallas que dará Miguel Silva, el escudero mayor, a quien le toca dar consejos cuando las encuestas van en caída.