Colombia se caracteriza por ser un país muy turístico y uno de los lugares que más llama la atención es Medellín, la ciudad de la eterna primavera como muchos la llaman, por sus verdes calles y flores por doquier. Pero así como la capital, también tiene algunos problemas en sus famosas comunas. Sin embargo, son muy turísticas, como en el caso de la 'Comuna 13 de Medellín'.
La comuna 13 de Medellín, tiempo atrás era un epicentro de violencia, casas precarias construidas en medio de las colinas, calles estrechas y empinadas, que generaban múltiples callejones y miradores, ideales para delincuentes y el comercio de droga. Pero rápidamente se convirtió en un centro cultural y turístico donde llegan personas de todo el mundo.
En la actualidad, este lugar cuenta desde el graffiti, el turismo y el arte la historia de su transformación. La guerra urbana que tuvo lugar hace 30 años gestó poco a poco un cambio en la comunidad. Entidades como el Museo Escolar de Memoria, la Casa Kolacho, un centro cultural de Hip Hop liderado por el colectivo de Hip Hop C15 y Camaleón producciones, han aportado al el ambiente festivo diurno que tiene el sector cultural y turístico dando iniciativas como el "Graffitour" se hace un recorrido histórico, estético y político elaborado por artistas del movimiento.
También hay mucha gastronomía, miradores y en general de día no solo es un excelente lugar para visitar, si no que demuestra la transformación que ha tenido pese a la dura situación social que tienen estos barrios.
El lado oscuro de la Comuna 13 de Medellín
Lo que muchos tal vez no saben, es que esa pequeña parte que recorren, llena de grafitis y artes, es solo una mínima zona de la Comuna 13 y esta es mucho más extensa y profunda. Un creador de contenido llamado ‘Plameta Juan’ decidió adentrarse en los lugares más recónditos de este lugar y no solo mostrar lo malo si no mostrar aquellas familias que luchan con lo poco que tienen.
Desde artistas que cantan en los buses y venden dulces, hasta casas construidas con tablas, toallas y todo tipo de objetos. Personas que viven del diario sin saber si comerán o no, con casas que se inundan cuando llueve. Además, menores de edad que conocen todo tipo de armas y las han usado, microtráfico y pandillas.
Pero no todo es malo, en la actualidad estas comunidades han creado un sistema judicial propio. Ponen multas de hasta 5 millones de pesos a quienes delincan en la comuna, es decir, que roben a alguien, que maten a alguien, que apuñalen a alguien o formen algún problema y eso ha mantenido medianamente el barrio, al punto de llegar a casi 0 homicidios.
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