El empresario de medios nortemaericano Jim McNamara, a sus 55 años, tiene cuero para afrontar los reveses en sus negocios como ocurrió con su inversión de USD 500 millones en el Canal Uno, que creyó que lograría convertirlo en una opción rentable como tercer canal de televisión colombiana. El entusiasmo se lo contagió, en el 2017, su amigo personal Patricio Wills, quien tenía intereses en salvar el canal como socio mayoritario de RTI.
La apuesta de McNamara tenía fecha límite: en el 2019 tenía que empezar a recuperarse la inversión. La reunión clave sería en agosto de este año, tal cual sucedió. Allí, Hemisphere Group, el grupo inversionista al que pertenecen McNamara y su socio Alan Sokol, le pidió cuentas a Jorge Acosta, gerente de Noticias Uno. Los resultados los dejaron insatisfechos y forzaron su decisión drástica: empezar su desinversión en Colombia.
Jim McNamara, con un largo kilometraje en la televisión, fue durante años el CEO Network y en 1999 Mark Rachesky le entregó la responsabilidad de intentar salvar Telemundo, sumido en una crisis de comienzos de década. La resurrección fue relativamente rápida porque en tres años ya estaba en condiciones de disputarle el mercado latino de los Estados Unidos a Univisión, su eterno rival. McNamara fundó el grupo Pantelion, una fusión entre su empresa, Televisa de Emilio Azcárraga y Lions Gate, la compañía productora de películas tan exitosas como Saw y Los juegos del hambre. Así iniciaron grandes superproducciones como No se aceptan devoluciones del mexicano Eugenio Derbez, quien rompió récords de taquilla en todo el continente.
Sus inversiones no paran ahí. Es propietario de Cine Latino, el popular canal que se emite en todo el continente transmitiendo versiones clásicas y es el máximo accionista del canal panameño TVN, con quien sostiene una sociedad con la familia Mota. Tiene negocios en alianza con otros socios en Perú, República Dominicana, Estados Unidos y México, con su empresa Hemisphere Group como productora de películas.
En Colombia, su experimento no le ha funcionado y, aunque ya tiene decidido ir levantando anclas, tiene que armar una estrategia de salida que no será a demasiado corto plazo. Su apuesta es ahora con el cine latino en el mundo. En 2017, contrató a la veterana productora española Ana Celia Urquidi como gerente de producción, con la que ha podido estrenar, desde Hemisphere Group, 17 películas en dos años y ha comprado canales en Perú, República Dominicana, México y Puerto Rico.
El estancamiento de Canal Uno inquieta tanto a McNamara, siempre acostumbrado a ganar, pero no le quita el sueño.