Valenciano fue el primer futbolista colombiano que arribó al fútbol italiano para ganarse en tres temporadas un millón 200 mil dólares. En Junior llegó a embolsillarse 1.200 millones de pesos en un año.
Lo tuvo todo: Propiedades y por cosas de la vida quedó como dicen en Barranquilla «con una mano adelante y la otra atrás» (sin un centavo partido por la mitad).
«El hecho de estar en un club en el cual tenía mucha oscuridad y pasar al club de la vida, por el cual recorrí; me parece que es una lucha que al final te da tu recompensa, que al final te da una alegría y una satisfacción inmensa. Me da tristeza el no poder tener a mi mamá, el no poder tener a mi papá», le confesó Valenciano a ‘Contadores de Historias’.
Un día su hijo Jacobo, el último, le pregunto si era cierto que el bebía mucho: «No tuenía una respuesta para darle y eso me hizo reflexionar».
Hasta que un día tocó fondo cuando su mamá le pidió dinero para comprar una bolsa de leche:
«Llego yo a la casa, mi mamá me pide 2 mil pesos para comprar un cuartico de leche y unos panes y yo le dije: «Ma’, no tengo ni un peso, ósea ni 500?, me preguntó nuevamente y le respondí: no, no tengo».
Aquel episodio hizo sentar cabeza a Valenciano y darle un cambio drástico a su vida. Hoy el exjugador del Junior goza de gran popularidad y sus finanzas mejoraron y su estilo de vida tuvo una transformación.
Después de tenerlo todo y luego estar en bancarrota, Valenciano logró superar en el medio periodístico, siendo uno de los comentaristas deportivos más reconocidos hoy en Colombia.
«Todos los días que me acuesto y que le doy gracias a Dios por el día, siempre le digo esto, y esto se lo digo a todo el mundo. No me des poco porque necesito de ti y no me des mucho porque me olvido de ti, dame lo necesario para nunca olvidarme de ti».
Esta nota se publicó en Costa News en el 2018, este es el enlace de la nota original