Desde que Estados Unidos creó su lista del “eje del mal” en el 2002 Irán siempre ha sido la prioridad. Lograr la destrucción del país persa o lograr un “cambio de régimen” es más importante para EE.UU. en estos momentos que la desnuclearización de Corea del Norte
Más allá del programa nuclear civil iraní, de su programa de misiles balísticos autodefensivos, y de su apoyo económico y político a Hezbolá (Líbano), y a Hamás (Palestina). EE.UU. desea la destrucción y desmembración de Irán por completo, no importa qué administración esté en el gobierno, sean demócratas o republicanos. Irán se convirtió en un objetivo de Estado, no importa quién esté en el poder.
Irán está rodeada de enemigos. Cerca de sus fronteras se encuentra los talibanes de Afganistán y Pakistán (totalmente hostiles a la República Islámica), los kurdos separatistas que lo amenazan internamente, y los que desde Irak y Turquía quieren balcanizar su territorio. También es amenazada por los muyahidines del pueblo (Mek) (organización terrorista financiada por los EE.UU.) que busca destruir la revolución islámica, y que ha asesinado cientos de civiles. Pero como cuenta con el respaldo de EE.UU. son la “oposición moderada”, al igual que El Ejército libre Sirio (ELS) y el frente Al-Nusra (actualmente llamados Fateh al-Sham).
Además, también están las petromonarquías como los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Arabia Saudita que albergan bases militares extranjeras y amenazan a Teherán con un ataque militar directo. Por otro lado, Israel es el único país que cuenta con un amplio arsenal nuclear. Se estima que tiene entre 200 y 400 ojivas nucleares, todas con dirección a Teherán. Incluso, Israel junto a Estados Unidos han amenazado a Irán con un ataque nuclear preventivo en nombre de la “paz” creando un segundo Hiroshima.
Irán sufre constantemente duras sanciones económicas que afectan su desarrollo, debido al programa nuclear con fines pacíficos y civiles que desarrolla. Estados Unidos, Europa e Israel, con la ayuda de la prensa hegemónica, han creado un circo mediático contra el programa nuclear iraní. De hecho, afirman que Irán está construyendo armas nucleares para atentar contra la humanidad, haciendo énfasis en la destrucción del Estado hebreo y EE.UU.
Sin embargo, hasta el momento nadie ha demostrado que Irán tenga armas de destrucción masiva. La AIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica) constantemente inspecciona las centrales nucleares iraníes y hasta el momento sus informes señalan que no existen pruebas ni indicios de que Irán tenga armas nucleares o que las esté fabricando. De hecho, Irán también se ha comprometido públicamente a utilizar la energía atómica solo con fines pacíficos, por ejemplo, firmando el Tratado de No Proliferación (NPT), el cual garantiza el uso civil de la energía atómica y compromete a toda nación que lo firme a no tener armas nucleares en su arsenal militar.
Por otro lado, Israel no ha firmado el Tratado de No Proliferación (NPT), y se niega a que inspectores de la AIEA visiten sus instalaciones. Israel posee armas de destrucción masiva suministradas por los Estados Unidos y su arsenal cada día crece considerablemente.
Después de todo, Irán debe tener armas nucleares como modo de defensa y disuasión frente a las múltiples amenazas externas que quieren destruir su soberanía y revolución. El acuerdo 5+1 lo destruyó la soberbia imperial, y Europa por su parte poco a poco cuidará sus intereses particulares y se resignara a los designios de Washington, aceptando las sanciones impuestas al gobierno iraní. Rusia, por su parte, el mayor aliado de Irán, ha dicho muchas veces que no se opone al proyecto de energía nuclear con fines pacíficos, pero que nunca permitirá que el país persa tenga armas nucleares, ¿por qué? Si Irán en los últimos 300 años no ha invadido ni atacado a nadie.
Las sanciones contra Irán ya están y se van endurecer como nunca, por esto la república islámica debe fortalecer su defensa, y quizá el arma atómica se ha la única forma de evitar una invasión futura. Países como Corea del Norte y Cuba, víctimas de sanciones del más alto nivel, no solo han sobrevivido sino que se han desarrollado, siendo potencias en educación, salud, cultura, ciencia y tecnología. Irán con sus enormes recursos seguirá siendo potencia regional en la zona, y sobre todo luchando y manteniendo vigente los ideales de los pueblos tercermundistas.
A los enemigos de la humanidad seguramente les gustaría ver al país en ruinas, con su patrimonio cultural y arquitectónico destruido. Así como redujeron a escombros a Palmira en Siria, la ciudad de Nimrud en Irak, y la gran mezquita de los Omeyas también en Siria, les gustaría ver a Persépolis de Irán (capital del antiguo imperio persa) borrada del mapa, o el mausoleo del Imán Jomeini destruido o todos los monasterios y mezquitas de Irán reducidas a polvo.
Las mezquitas guardan un profundo significado religioso, cultural y científico, y son comparables a las pirámides de Egipto, los templos mayas y budistas, y las catedrales góticas europeas. Aunque la prensa hegemónica xenófoba e islamofóbica venda una imagen tergiversada y digan que son la cuna de terrorista y el cultivo de yihadista futuros. Hoy más que nunca Irán debe fortalecer su defensa sagrada contra los enemigos de la humanidad. Hay un momento en que la razón tiene que estar al servicio de las armas, y a Irán es la única alternativa que le queda, ya que la diplomacia fue pisoteada por Estados Unidos y Occidente.
