La ausencia de proposiciones aprobadas a congresistas casanareños en el Plan Nacional de Desarrollo y el Presupuesto General de la Nación responde a que no forman parte de las Comisiones Económicas del Congreso (terceras y cuartas de Cámara y Senado) que se reservan en primer debate la aprobación del texto casi definitivo de la iniciativa, que se ratifica en segundo debate casi sin modificaciones en las plenarias de ambas Cámaras.
El aspecto fundamental de mi propuesta "Experiencia en el Congreso" a la Cámara por Casanare consiste en que el departamento debe volver a tener congresistas en las Comisiones Económicas, que permita más y mejores planes, programas y proyectos para Casanare, que no solo aumente los recursos, sino amplíe la concepción de los mismos.
Es necesario aclarar que no es fácil ser miembro de las Comisiones Económicas, porque depende de una elección interna entre los congresistas —en cada Cámara—, lo que demanda conocimiento, capacidad, experiencia, manejo político y social de gran calado en el escenario nacional, porque de lo contrario los legisladores "criollos" quedan relegados a Comisiones secundarias, que no tienen ninguna incidencia en los temas de planificación y financiación.
Al ser miembro de las Comisiones Económicas un congresista casanareño debe lograr la designación como ponente o, mejor, coordinador ponente del Plan Nacional de Desarrollo y el Presupuesto, en donde su trabajo legislativo se debe centrar en aportar y acordar un articulado acorde con los intereses de los colombianos, y a la vez lograr un pliego de modificaciones para más y mejores planes, programas y proyectos para el departamento, y ajustado precisamente a las condiciones diferenciales y específicas del mismo.
Ese pliego de modificaciones debe ser concertado con los sectores sociales del departamento, que permita construir unas 100 proposiciones, que después el ponente casanareño debe concertar con los demás ponentes y los técnicos del Ministerio de Hacienda y Planeación Nacional, que se convierten en 30 proposiciones avaladas, más otras 30 que pueden ser negociadas con los mencionados actores en el Hotel de la Ópera (al frente de la Cancillería), en donde realmente se aprueba el mencionado Plan y el Presupuesto, en donde no es difícil suponer que actualmente los congresistas casanareños están a años luz de esta negociación.
Este pliego de modificaciones para Casanare en el Plan Nacional de Desarrollo reactivaría ni más ni menos que la economía del departamento, porque permitiría a los grupos sociales iniciar una ambiciosa gestión de proyectos de inversión en el ámbito nacional e internacional —consensuada y unificada con las Secretarias de Planeación de las Alcaldías y la Gobernación— que estimularía renglones tan importantes como el agropecuario y el turismo (pequeña y mediana empresa), y a la vez generaría innumerables y diversas fuentes de empleo para los casanareños.
¡Ese es mi sueño!
Coletilla: Este pliego de modificaciones al Plan Nacional de Desarrollo debe evaluar y modificar el concepto de planeación en Casanare, que debe ser visto como un lugar geoestratégico para el país y el resto del planeta (despensa mundial alimenticia) y que demanda entonces plenas condiciones de competitividad y progreso social.
Es necesario cambiar del Plan Nacional de Desarrollo, por ejemplo, el enunciado de "Mantenimiento de le Vía del Cusiana" —que termina siendo solo un "reparcheo"— por el de "Corredor Internacional del Cusiana", que se convierte en un aliado para el desarrollo industrial y económico de Colombia, que demanda un billón de pesos para viaductos y puentes, y no los irrisorios 20.000 millones de pesos que le dejaron en el proyecto de ley de presupuesto nacional de este año, en donde nuestros congresistas casanareños no pudieron hacer absolutamente nada.