La Ley 1821 de 2016 subió la edad de retiro forzoso de los empleados públicos de 65 a 70 años. Debo aclarar que esta edad no es la de jubilación, sino la edad en la que se puede seguir laborando.
Cuatro años después, y en medio de una pandemia que nos tomó por sorpresa, varios especialistas en educación, padres de familia, recién egresados de licenciatura y ciudadanos en general hemos empezado a elevar nuestra voz para que el Estado revalúe la edad de retiro forzoso.
A continuación, expondré tres razones para que se vuelva a bajar la edad de retiro forzoso a los 65 años o menos:
1. Preservar la vida y salud de los docentes. Una de las características del COVID-19 es que resulta más mortal entre mayor sea la edad de las personas. Esta situación hace que un porcentaje significativo de maestros y maestras se encuentren en gran riesgo, en caso de volver a las aulas de clase porque están por horas en ambientes encerrados con menores, que bien pueden ser portadores asintomáticos, pero que les pueden llevar el virus.
El porcentaje de mayor riesgo en el magisterio es del 2,8 %, que tienen más de 65 años, seguido por el 22,4 % que se encuentra entre 57 y 64 años de edad. Ese mismo segmento cuenta además con la mayor cantidad de maestros con otras dolencias como diabetes e hipertensión, que son condiciones que pueden causar la muerte si se adquiere el coronavirus.
Bajar la edad de retiro forzoso ayudaría a que muchos docentes y directivos docentes preserven su salud y sus vidas.
2. Dar empleo a los nuevos egresados de licenciatura. Uno de los efectos más deletéreos de la pandemia de covid-19 es la afectación económica que ha disparado el desempleo, que por sí. Ya venía siendo alto entre la población joven. Según el DANE, durante el trimestre diciembre 2019 - febrero 2020, la tasa global de participación (TGP) de la población joven en el total nacional fue 56,9%. Lo que pone el desempleo en este sector en caso un 40. Para las mujeres esta tasa se ubicó en 48,0%, mientras que para los hombres fue de 65,5%.
Dentro de los desempleados jóvenes hay muchos egresados de programas de licenciatura de las diferentes universidades que ofrecen estos programas. No todos los que logran emplearse lo hacen en aquello para lo que se prepararon. Hay licenciados jóvenes trabajando en el sector comercio (ahora paralizado), en call centers u otros servicios.
Al disminuir nuevamente la edad de retiro forzoso se generarían miles de plazas nuevas de docentes y directivos docentes que ayudarían a generar empleo en un sector en el que ubicarse laboralmente es difícil.
3. Ampliar el porcentaje de docentes con buen uso de herramientas informáticas. La cuarentena en la que caímos por culpa del coronavirus obligó a padres, docentes y estudiantes a conocer y usar las diferentes plataformas virtuales para clases y conferencias a distancia. En este proceso que resultó desafiante para la mayor parte de la comunidad educativa, los docentes más antiguos han sido los que han mostrado mayor dificultad para tener una rápida curva de aprendizaje de las herramientas tecnológicas.
Esta cuarentena, por el momento sin fecha de levantamiento para el sector educativo, bien podría repetirse en algunos meses del segundo semestre o del año próximo, ni nuevos brotes surgen. Recordemos que, en el caso de anterior pandemia, la gripe española, la emergencia global se extendió por tres años.
La necesidad de maestros que puedan aprovechar enormemente los recursos de vídeos, guías y recursos interactivos es imperante en una sociedad cada vez más interconectada. El bajar la edad de retiro forzoso sería un estimulo muy importante para que se pueda tener un magisterio más alfabetizado en herramientas virtuales.
Una madre de familia, amiga mía, me comentaba que en el colegio público de su hija algunos de los docentes más jóvenes tenían antes de la pandemia blogs o cursos montados en Moodle, mientras que a los docentes del decreto 2277, en especial a los mayores de 60 años, la virtualidad los tomó con desventaja y lograban comunicarse, como máximo, por correo electrónico.
Las anteriores razones ojalá abran un debate en la sociedad y el Congreso de la República para generar acciones que salven la vida de la franja etaria más amenazada y se renueve el magisterio. Cabe recordar que los intereses individuales o políticos no pueden estar por encima del bien social.