Razón 1: Menospreciar a los enemigos: Azúcar, sal, grasas saturadas, harinas y quienes las venden.
El azúcar es un tóxico; el exceso de sal genera hipertensión; la grasa saturada tapona las arterias y se acumula dentro de los órganos, haciéndoles perder capacidad de funcionamiento; las harinas no permiten que la grasa sea usada como energía y provocan almacenamiento innecesario de grasa en el cuerpo.
Ninguna de las 4 sustancias tiene valor nutricional, ni satisfacen el apetito. Consumirlas daña el organismo y generan un efecto insaciable de querer seguirlas comiendo.
Las 4 sustancias son altamente adictivas. Multinacionales como Coca Cola, Nestlé, Postobón, PepsiCo, Gatorade, Red Bull, lo saben y por eso las ponen a más productos y en más cantidades. McDonalds regala juguetes, usa un payaso y comerciales animados para atraer y enviciar a los niños con su basura. Son como traficantes de droga, nos venden productos que nos hacen daño sin importar las consecuencias. En U.S.A hay más de 600.000 productos que contienen azúcar refinada y los puede comprar un niño en cualquier supermercado. Solo mayores de edad deberían poder comprarlos y cada producto debería ser etiquetado con sus riesgos, como el tabaco.
El Aspartame, que es lo que echan para endulzar los productos “dietéticos y sin calorías”, lo mismo que la Splenda, son incluso peores que el azúcar.
El documental “Fed Up” muestra a fondo esta problemática:
No debería permitirse publicidad de la comida chatarra en ningún medio, así como se prohibió la publicidad del tabaco.
Razón 2: No es comer menos, es comer mejor.
Dieta no significa aguantar hambre o tomar inhibidores del apetito (polvos, pastillas) para perder peso o centímetros de cintura, eso es arriesgar la salud. Coma mejor, se nutrirá efectivamente, saciará su apetito y se pondrá en forma. Abandone gradualmente la chatarra (pan, arepas, pasteles, galletas, gaseosas, postres, helados, gatorade, red bull, salsa de tomate, hamburguesa, pizza, sánduches, etc) y reduzca el consumo de carnes rojas.
El 85% de su alimentación deben ser frutas, verduras, tubérculos, cereales integrales, frutos secos (maní, nueces, pistachos, etc), y el otro 15% deben ser huevos y carnes blancas.
Razón 3: Razones poco convincentes para cambiar su estilo de vida.
Saber que algo es adictivo no significa que sea fácil dejarlo. Nadie fumaría si fuera fácil dejarlo. La motivación es el cimiento fundamental de la fuerza de voluntad y la motivación se alimenta de razones. Si la única razón para bajar de peso es verse más bonita (o) para el marido (la mujer) o para que le quede bien un pantalón, usted no va sentirse lo suficientemente entusiasmado (a) para cambiar de estilo de vida.
En mi caso personal, dos tíos han muerto por paro cardíaco, uno a los 51 años y el otro a los 61 años, debido a pésima alimentación. Ambos eran de altos ingresos y su expectativa de vida debía ser de más de 80 años. Mi mamá tuvo un infarto a los 60 años y yo iba por el mismo camino teniendo menos de 30.
Busque sus razones de peso para que el cambio sea permanente y no flor de un día. Hágalo por su salud, por sus hijos, por su bienestar, por su estética o recuerde a personas cercanas con problemas de alimentación y prométase no seguir por ese camino. Si volvió a comer chatarra, no se de duro, tómelo con calma y vuelva a hacer el esfuerzo hasta que logre dejar el vicio.
Mi caso personal: En las últimas 18 semanas perdí 20 centímetros de cintura. Pasé de 100 cms a 80 cms. Perdí 15 kilos de peso. Pasé de 90 k a 75 k. Antes, estaba en el yoyo, las “dietas” las aguantaba 15 días y volvía a perder el control de mi alimentación y me volvía a engordar.
@alvaropizza