A menos de seis meses de elegir el nuevo Congreso, el expresidente Álvaro Uribe Vélez y máximo líder del Centro Democrático lidera una de las más fuertes arremetidas en contra del alcalde Daniel Quintero en Medellín. Acusaciones de todo tipo van y vienen desde su cuenta de Twitter, las cuales son replicadas por su séquito de seguidores y defensores acérrimos con un solo propósito: empañar la gestión de Daniel Quintero, el hombre que fue capaz de derrotar al uribismo en Medellín y cambiar el mapa político en Antioquia en 2019.
Para nadie es un secreto que Antioquia era, hasta la llegada de Daniel Quintero, un fortín político del uribismo, tierra en la que a pesar de haber perdido las elecciones de 2015 sus candidatos propios (Juan Carlos Vélez y Andrés Guerra) se acomodaron para hacer parte de las coaliciones de los gobiernos de Federico Gutiérrez en la Alcaldía de Medellín y Luis Pérez en la Gobernación de Antioquia, respectivamente; con ellos el uribismo mantuvo su hegemonía política en la capital de los paisas, cogobernando con quienes habían perdido la contienda electoral. Este panorama cambió de manera radical con la llegada de Daniel a la alcaldía de Medellín; Quintero no solo los derrotó en la contienda electoral, también los sacó de todos los escenarios públicos donde podrían tener maniobrabilidad, dejando un uribismo huérfano de poder y en jaque, como se suele decir, en el ajedrez en la tierra donde nació su máximo mentor, Álvaro Uribe.
Para el uribismo perder las elecciones en Antioquia representa, en el dialecto del propio Uribe, una hecatombe. Un partido político que funciona bajo una figura autoritaria donde todos esperan ser ungidos por Uribe no puede darse el lujo de perder su capital electoral en una zona del país que lo vio nacer; eso posibilitará que otras tendencias dentro del mismo partido tomen las banderas y dejen a su máximo líder relegado a un segundo lugar. Por ello Uribe, un hombre con una enorme ambición personal, autoritario, acostumbrado a que todos los que lo rodean hagan su voluntad, ve en Daniel Quintero el enemigo político más fuerte que hoy pueda tener el Centro Democrático en Antioquia, pues no solamente ya los derrotó sino que además públicamente los ha enfrentado sin mostrar algún temor al viejo poder. Daniel, que además apoyó a Gustavo Petro en las elecciones presidenciales de 201, y ahora es alcalde de la segunda ciudad más grande del país, sin duda volteará la balanza política en las contiendas electorales del próximo año.