Desde hace un par de meses está haciendo mucho frío en Bogotá, aunque hace ya varios días que las mañanas y los medios días de la ciudad están acompañados por varias hotras de sol.
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Las temperaturas bajas, que tienen que soportarse con chaqueta, bufanda y sacos, se trasladaron a las tardes. Luego de las cinco de la tarde Bogotá sí es una total nevera, como llaman a la ciudad.
Hay varios fenómenos climáticos que se juntaron en los días finales de julio y que se juntaron con los que llegan naturalmente en agosto que pusieron la ciudad mucho más fría en las tardes-noches.
Anticiclones de los Azores
Técnicamente, hay que hablar primero de que la ciudad y la zona céntrica está en la influencia de altas presiones conocidas como anticiclones de los Azores, que hace que entren al país vientos alisios con fuerza que no permiten se formen nubes cargadas de agua, por lo que se presentan solo lloviznas y no aguaceros, lo que genera que los suelos pierdan la capacidad de almacenar calor y por ende la ciudad esté más fría.
Ondas del oeste
Según el Ideam, otra de las razones del intenso frío que está atravesando el país está relacionado con la transición de la zona geográfica hacia el fenómeno del niño, que de por sí empezó oficialmente el pasado 4 de julio. Por estos días, de acuerdo con la jefe de la oficina de Alertas y Pronósticos de la entidad, la mayor Diana Carolina Rueda, por el centro del país están atravesando unos vientos conocidos como “ondas del este”, que también influyen en las bajas temperaturas.
vientos alisios
A estos dos fenómenos también se suman los vientos alisios que en los meses de agosto atraviesan Colombia, y que son los que alzan las cometas. Los alisios son corrientes de viento húmedos y fríos que se presentan en la zona del trópico de lado a lado en la zona ecuatorial que logran su mayor velocidad y fuerza desde finales de julio hasta comienzos de septiembre.