Sucedió a finales de los años 70. El cine norteamericano vivía su mejor momento. Películas íntimas, de autor, como El último deber, Mash o Taxi driver fueron desplazadas por producciones que lo único que buscaban era plata, hacer billete como locos, y así surgieron Tiburon de Steven Spielberg y Star Wars de George Lucas y aparece el Blockbuster. El cine cambiaría para siempre. Después de que Marvel estrenara en el 2012 Los Vengadores el cine recibiría el último clavo a su ataúd. El intento heroico a principios de siglo de cineastas atrevidos como Todd Haynes, Chris Nolan y Jim Jarmush naufragaría definitivamente con la aparición de Marvel.
Ahora, con el éxito imparable de Endgame el cine, como lo conocíamos, cambiaría definitivamente. Hay rumores de que Avengers acaparará varios Oscares el próximo año. Osea, no sólo romperá todos los records de taquilla sino que será un suceso de alta estima, un acontecimiento cultural, una conversación obligada en cada cena familiar.
Si, el cine después de esto nunca será lo mismo. Adiós a los pequeños dramas, a las historias íntimas y pesimistas. Los ingenieros le han tomado la mano a un arte que antes era narrado por creadores. Ahora son más importantes los efectos especiales, las batallas sangrientas, ahora el cine ya no es sobre seres humanos sino sobre seres fantásticos que no logran transmitir emociones reales. Todo es calculado y lo peor es que funciona.
Siempre quedarán sitios para ver buenas y pequeñas películas pero, siempre estarán lugares como Tonalá y Cinema Paradiso para fundirse en la experiencia artística pero esto será cada vez más una rareza, una cosa de excéntricos.
Solo quedarán las mega películas que buscan dejar cientos de millones de dólares en las arcas de los productores. Solo quedará un solo público, el que va a una sala de cine a sentir emociones y el que se priva del goce estético y espiritual que irradiaban los frescos de Tarkovsky. Quedará lo vacuo, lo desechable, lo que se olvida mañana.
Yo también veré los Vengadores Endgame, tampoco me resistiré al llamado constante que le hace al inconsciente los medios de comunicación, las redes sociales, las cifras que nos están convirtiendo a todos en una sola oveja. Si, este mundo es cruel con los que estamos solos, con los que quisimos ser diferentes. ¿En qué momento se invirtieron los valores? ¿En qué momento la ignorancia ganó? Creo que en esta película Thanos se impone, Thanos es el mal, en eso al menos hay realidad: la guerra terminó y los malos ganaron