Está desaforada la derecha contra Petro porque este no se pronuncia sobre “la barbarie” de Putin al invadir Ucrania.
Acá cabe la fábula del pastorcito mentiroso, pues han dicho tantas mentiras y desafueros contra Petro que ya nadie les cree.
Hablamos de los otros candidatos que compiten con él por alcanzar la presidencia de este virreinal país (todos ellos que representan dónde está enquistado el poder y son el establecimiento y el Estado, del cual se apropiaron hace años). Asimismo, sucede con la revista Semana, los grandes diarios y noticieros que han emprendido una campaña feroz contra el llamado candidato de izquierda.
Tenemos la clase dirigente más astuta, degradada, indecente, y corrupta que existe en toda Latinoamérica. No tienen inconveniente en convertir el país en una enorme tumba en donde están enterrados cientos de miles de hombres y mujeres asesinados por el régimen, no importan los motivos.
Desaparecen en connivencia con militares y paramilitares a estudiantes que tienen la osadía de salir a protestar porque ellos y sus familias tienen hambre, y ninguna oportunidad como personas, como seres humanos.
El señor Gustavo Petro los tiene aterrados con propuestas mínimas de respeto, equidad y justicia, expresadas con su gran elocuencia y conocimiento, pues ha sido un estudioso desde los albores de su juventud cuando estudiaba bachillerato en Zipaquirá.
Su historia es apasionante, la cuenta en su famoso libro, Una vida muchas vidas.
Y de verdad que ha trasegado por muchos caminos hasta llegar al Congreso de la República en el que fue protagonista de grandes debates ya conocidos, y de allí a postularse a la presidencia del país.
El candidato del Centro Democrático tiene una conformación craneal muy parecida a la de los primeros pitecántropos que caminaron en dos patas.
De allí para abajo todos son de una u otra manera "ficos": que repiten y repiten unos discursos confusos, difusos, y sin ningún argumento respaldado en la verdadera problemática del país en donde el 80 % de la población vive casi en la pobreza absoluta y sin ninguna perspectiva de que si triunfa uno de ellos algo vaya cambiar.
Ese miedo solo les sirve para estar planeando cómo impiden el triunfo del "izquierdista" candidato. Y es entonces cuando aparecen las ideas de trampa o de muerte, sobre todo cuando en las encuestas es arrasador, y las plazas de ciudades y pueblos a donde llega se ven colmadas de un público que lo escucha con admiración y pasión.
Personalmente pienso que ganará las elecciones. Si no lo logra en la primera vuelta se agruparán todos los grupos y grupúsculos en competencia para cerrarle el paso. Amanecerá y veremos.