Como otra de tantas celebraciones el día del amor y la amistad se celebra bajo una fuerte influencia pagana. Dentro de los pueblos romanos se acostumbraba a celebrar las Lupercalia, la cual consistía en un festival orgiástico donde varios hombres desnudos golpeaban el trasero de mujeres también desnudas con un látigo hecho de piel de cabra. Esta celebración se hacía del 13 al 15 de febrero y giraba en torno a la figura del lobo (luper=lobo), para rememorar que la loba Luperca había amamantado a Rómulo y Remo, y tenía la intención de ser el carnaval de la fecundidad.
En esta Roma los soldados generalmente eran hombres castos y solteros, pues se consideraba que si no se dedicaban a las mieles del amor podrían guardar fuerzas para el combate. Incluso el emperador Claudio creó una ley que prohibía a los soldados casarse. Sin embargo, un obispo llamado Valentín desafió al emperador y contrajo, desde la clandestinidad, miles de matrimonios de los soldados.
Posteriormente, el obispo Valentín fue apresado por el emperador, torturado y hecho mártir. Víctima de lo anterior, el obispo murió el 14 de febrero del año 290, fecha que tomaría el Papa Gelasio I para declararlo el día de San Valentín desde el año 496.
La Iglesia católica sostuvo esta celebración hasta 1969, cuando la retiró oficialmente de su calendario litúrgico. Sin embargo, la tradición estaba ampliamente extendida y fue imposible quitarla del imaginario de las personas, quienes sabiéndolo o no recuerdan este día los actuares del obispo romano.
Para el mismo año, 1969, los comerciantes colombianos, con cierta preocupación, idearon cambiar la celebración de esta fecha, puesto que al comenzar el año escolar en este mes la mayoría de ventas estaba concentrada en la adquisición de útiles escolares y no en los regalos para las parejas.
En el proceso revisaron el calendario de fiestas colombiano y encontraron que el tercer sábado de septiembre era la fecha ideal para trasladar el día de San Valentín, ya que en este mes no había ninguna celebración. Así que desde ese año los datos estadísticos seguirán contando que en septiembre se agotan los chocolates y las rosas.
