La Fundación Paz y Reconciliación –PARES- dirigida por el investigador y analista León Valencia acaba de sacar un extenso informe titulado ¿Plomo es lo que viene? en el que analiza el estado el arte de los tres procesos de paz en simultáneo que ha iniciado el gobierno Petro.
El último fue con la Segunda Marquetalia, el grupo que dirige Iván Márquez quien fuera el jefe de negociación del proceso de paz de las Farc con el gobierno Santos, y que puede verse muy afectado por la inestabilidad que atraviesa el régimen de Nicolás Maduro. Márquez fue salvado de las graves heridas que sufrió en un atentado por médicos venezolanos y vive en ese país.
También se mueven por esa frontera guerrilleros del ELN y algunos de los comandantes que van y vienen mientras avanzan con dificultades esos diálogos que se iniciaron hace dos años en el vecino país.
La tercera mesa de negociación instalada por el comisionado de paz Otty Patiño es con una disidencia del llamado Estado Mayor Central fundado por Iván Mordisco, quien también se hizo en la guerra como guerrillero de las Farc.
Mientras estos tres grupos han accedido a iniciar diálogos con el gobierno, sigue actuante y de una manera desafiante además de la disidencia de Mordisco, el Clan del Golfo, que se hace llamar Ejercito gaitanista, el cual nació a partir grupos que conformaron las Autodefensas Unidas de Colombia. Es el más fuerte de todos, opera en el norte de Colombia, es encabezado por Chiquito Malo y no ha dado señales de voluntad para entrar en negociación.
De este complejo panorama conversa con Juan Manuel Ospina la politóloga Laura Bonilla, subdirectora de la Fundación Paz y Reconciliación, líder del estudio junto con Francisco Daza, y quien no duda en afirmar: “Este ciclo de violencia arranca con el Proceso de paz con las Farc (…) Sabemos firmar la paz, pero no sabemos tramitar el Post-conflicto”.
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