A Egan Bernal, como a la mayoría de los colombianos, no les viene bien la montaña en los Pirineos. La organización del Tour siempre pone esta cadena montañosa en la primera semana. Son subidas cortas y de mucho porcentaje, ideal para corredores como Roglic. Por eso se vio tan acucioso el Jumbo intentando marginar a Egan. incluso quemaron a su segunda carta para la carrera, Tom Dumoulin. Pero el tiempo ganado es mínimo, 21 segundos. Aunque lo atacó Roglic nunca pudo soltar al colombiano. La diferencia sólo se dio por las bonificaciones ganadas al embalaje por el esloveno.
A priori decían que Egan tenía que llegar con más de dos minutos a la etapa final. Ojo, no es una contrarreloj plana, se parece muchísimo a la crono que ganó Egan en Romandía en el 2019:
A partir del kilómetro 13 la carretera se va para arriba hasta que los últimos seis kilómetros, de los 36 sean un premio de montaña de primera categoría. Es una bestialidad de etapa, habrá mucho, muchísimo desgaste y no se sabe cómo llegarán los ciclistas a ella. Se vienen tres etapas de Alpes poderosísimas, donde ascenderán por encima de los 2.000 metros, lugar donde los colombianos se transforman en cóndores. En dos de esas etapas Egan Bernal le puso 2:30 a sus rivales el año pasado y ganó el Tour.
Además está el gasto que ha tenido que hacer todo el jumbo. El INEOS está guardando bazas tan importantes como el ruso Sivakov quien, junto a Caparaz, formarán un dueto para mover el pelotón en los Alpes. Egan irá de menos a más. Roglic, por supuesto, no será el único que lo atacará. Podgacar también parece tener fuerzas pero ojo, tiene sólo 21 años y es su primer Tour. Puede fallar en cualquier momento. En esa crono Egan podrá administrar hasta el minuto con Roglic. Las cuentas dan.