Canciones de Luis Alberto Posada como “Basta con licor”, “Me tomas y me dejas” o "El precio de tu error", han convertido al artista en uno de los referentes más importantes de la música popular colombiana.
Pero Posada también ha sido un cantante que se ha sabido mantener vigente entre las nuevas glorias del género y que ha participado en temazos como “Guaro remix" de Pipe Bueno, “Arrepentida” de Pasabordo, "Una más del montón" de Yelsid o "Cómo no creer en Dios” de Ciro Quiñonez con Yeison Jiménez, Paola Jara, Jessi Uribe y varias estrellas contemporáneas de la música popular.
Es que con 61 años y poco más de cuatro décadas de trayectoria, Luis Alberto Posada tiene un recorrido bastante notable. No sólo por sus mas de 40 discos grabados, miles de presentaciones en vivo o decenas de éxitos; sino porque todo lo ha hecho de manera constante.
Porque pocos cantantes colombianos de antaño han trabajado de forma tan incansable como el también intérprete de “Doble dosis de licor”, que es el nombre de uno de sus éxitos –un poco– más recientes (2017) y que cuenta con la compañía del artista Fernando Burbano.
Entre tantas presentaciones se le recuerda por haber cantado en grandes escenarios y recorrido pueblos de todo Colombia, pero él también cuenta que ha tenido que cantar para narcotraficantes y guerrilleros; incluso, que una vez lo pusieron a cantarle a un caballo. La ridícula situación tenía una particularidad, cada que el artista cantaba su éxito "Borracho por ella", el equino relinchaba.
Esa dedicación constante al canto y al trabajo puede haber sido la razón de su internación en los últimos días, cuando tuvo un pico de presión arterial que hizo que lo mandaran de urgencia para la Clínica El Country, de la ciudad de Bogotá.
Se recuperó rápido y retomó su agenda de conciertos, pero paradójicamente hace pocos días tuvo un leve percance vehicular, que por suerte no pasó a mayores. Tal vez sea el destino el que está pronunciándose y remarcando que todavía habrá Luis Alberto Posada para 10 o 20 años más.
| No se pierda: Luis Alfonso y su fórmula para convertirse en uno de los pesos pesados de la música popular
Así fue como comenzaron a popularizarse las canciones de Luis Alberto Posada
Aunque el artista ya lleva más de cuatro décadas de carrera, él cuenta que recuerda que cuando apenas tenía dos años, en su casa ya le sonaban las voces de Olimpo Cárdenas, Jorge Negrete o Antonio Aguilar.
También que a los cuatro decidió que quería ser cantante y que tan sólo un año más tarde se aprendió su primera canción: “Amor de pobre”, del bolerista brasileño Miltiño (el mismo que también es recordado por clásicos como "Dedo de guante" o "El malquerido").
A los ocho perdió a su madre por un cáncer y su padre hizo lo mejor que pudo para sacarlo adelante. Era duro castigándolo, le daba con el zurriago y hasta lo dejaba atado a la cama durante todo un día si se había portado mal. Pero también cumplía a cabalidad con sus funciones paternales. Fue quien lo motivo, cuando era adolescente, para que se fuera a Medellín a buscar un mejor futuro.
Don Brocardo Antonio Posada sólo tenía 200 pesos ahorrados y se los dio a la estrella naciente de la familia, a fines de apoyar a su travesía.
En Medellín vendió cigarrillos y papas fritas, también fue cotero y aguantó hambre para ahorrar para grabar su primer disco. A mediados de los ochenta publicó "Destino fatal", su primer éxito, con el que pronto comenzó a destacarse entre músicos populares de la época como Darío Gómez, Oscar Agudelo o Rómulo Caicedo; quienes para ese entonces ya tenían una carrera más desarrollada.
Las canciones de Luis Alberto Posada suelen hablar de amor, desamor y hasta de plata, como en "Preso por dinero", uno de los éxitos que hace parte de su primera camada. Como todo cantante de música de despecho colombiana, también le canta al licor, en parte porque en el pasado también tuvo problemas de alcoholismo.
Es posible que los años noventa hayan sido los más exitosos de la vida del artista, en los que se dio a conocer cuando se le popularizaron canciones como "El precio de tu error", que nació a partir de un amigo que le confesó la historia que la inspiró durante una noche de copas, o "Sin un adiós", que está inspirada en una de sus esposas, la también cantante Claudia Patricia.
En el año 94, Claudia Patricia Marín Cardona falleció en un accidente vehicular mientras aprendía a manejar un Jeep Willys en la zona de Santuario, Risaralda. Además del dolor de la pérdida, el músico tuvo que aguantarse que lo culparan por la tragedia, cuando él ni siquiera quería que ella practicara con el carro en una zona tan montañosa.
Otras pérdidas que han marcado la vida de Luis Alberto Posada
Infortunadamente, ese no sería el único de los dolores que tendría que afrontar el artista. En 2006, uno de sus diecisiete hijos, Fixonder Posada, fue asesinado por personas que aparentemente lo habrían confundido con alguien que tenía las horas contadas.
Seis años más tarde también fue baleado Hernán Heberto Posada, su hermano, quien le manejaba fincas y a veces lo ayudaba como compositor. De acuerdo a lo que contó su última esposa (Katalina Posada, de quien ahora se está separando) en un especial de Caracol Televisión, parece que el hombre no andaba en buenos pasos y que por esta razón fue asesinado.
Don Brocardo Posada también falleció, en 2015 y luego de sufrir varios quebrantos de salud, producto de la vejez. En otra entrevista, Luis Alberto también reveló que cantar era una de las estrategias que tenían su padre y él, para los momentos en que había que disimular el hambre.
La última de las pérdidas, por fortuna no fue por causa de muerte, sino que se trata de su separación conyugal más reciente, que se reveló en los últimos meses. Más allá de los grandes titulares de los medios de comunicación, la ruptura se habría dado en buenos términos y Luis Alberto Posada le estaría dejando a la mayor parte de su fortuna a su exesposa Katalina Posada y a los hijos que tiene con ella.
¿Por qué Luis Alberto Posada sigue tan vigente?
En parte por su constancia, pero también por haber entendido la importancia de grabar con artistas de nuevas generaciones que lo ayudan a estar vigente entre los públicos más jóvenes de la música popular colombiana. No ha sido el único que lo ha hecho, pero con el fallecimiento de Darío Gómez quedarían El Charrito Negro y él, a quien parece que esta estrategia le ha dado mejor resultado.
Además, basta con ver la cobertura que le dan los medios de comunicación a su carrera, tanto cuando se trata de noticias musicales como de las no tan musicales. Por si fuera poco, se dice que es uno de los artistas mejor pagados de la música popular y que, al menos por algunos shows, estaría cobrando arriba de los 100 millones de pesos.
En 2024, ha continuado sus constantes giras por Colombia, aunque recientemente tuvo que aplazar su presentación en el Movistar Arena para noviembre, debido a sus quebrantos de salud. Una oportunidad única donde los fanáticos podrán corear canciones de todas sus etapas como "Cariño malo" (famosa también en la ronca voz de Helenita Vargas), "El hijo del gato negro", "Doble dosis de licor" o "Guaro remix", esa canción donde hace pocos años Pipe Bueno junto a los más grandes del género.
En esa colaboración no sólo estuvieron Luis Alberto Posada y sus dos sanos competidores de antaño, Darío Gómez y El Charrito Negro, sino también varios de los artistas más vigentes de la música popular de épocas más recientes como Jhonny Rivera, Jessi Uribe, Yeison Jiménez y Alzate, entre muchos más.
Es importante destacarlo, porque ahora Pipe Bueno acaba de firmar el contrato más grande de la música popular colombiana, con un sello de Los Ángeles (California, EE.UU) y con miras a juntar los mayores titanes de nuestro país y a los exponentes de los nuevos sonidos mexicanos en un sólo disco. Una admirable hazaña que podrá hacer que el género suene con más fuerza en otras latitudes.
Espero de corazón que Luis Alberto Posada ya esté contemplado entre los flamantes invitados colombianos que participarán de ese disco. Ese pedazo de historia sonora del país estaría incompleto sin él.