No han sido una, ni dos, ni tres veces que he escuchado entre la gente que el problema de movilidad de la ciudad de Cali se debe a la creación de ciclocarriles o ciclorrutas. La queja está en que si hay un ciclocarril hay una reducción de carriles y es esta reducción de carriles la que causa la conmoción en movilidad de la ciudad. Sin embargo, una pregunta clave de esta argumentación es: ¿realmente es la reducción de carriles la que lleva a los trancones o es el crecimiento del parque automotor (cantidad de carros y motos que se circulan en la ciudad)?
Para contestar esto hay que tener en cuenta que la movilidad de la ciudad cambió con la llegada en marzo del 2009 del masivo integrado de occidente (MIO). Como se observa en la gráfica de tasa de motorización general (motos y carros particulares), el crecimiento a partir de este año se incrementó de 6,6% a 9,7% en el 2010. Y es que si algo ha tenido un efecto importante en la movilidad de la ciudad no es el ciclocarril, es el transporte masivo.
Para que nos demos una idea de lo que estamos hablando: previo a la inauguración del MIO, el promedio de tasa de crecimiento general de vehículos fue de 6,9%, pero después de su aparición esta tasa de crecimiento se incrementó a 10,7% (datos Observatorio MOVIS). ¿Esto qué implica? Pues que previos al MIO había 317,169 autos y motos, mientras que ahora tenemos 630,470, es decir que en ocho años duplicamos la cantidad de autos y motos en la ciudad.
Esto ha llevado a algo que era previsto y es que si el parque automotor crece de manera constante y las vías no crecen pues el resultado final es el colapso de la movilidad. Sin embargo, algo que resulta importante mencionar es que según el estudio Situación Automotriz 2018 Colombia, la infraestructura vial es deficiente. Se evaluaron 138 países y Colombia se encuentra en la posición 110. Además, llama la atención que en Cali se ha hecho el cálculo de cuántos carros hay por kilómetro en la vía y el resultado es de 297 carros por cada kilómetro, siendo la ciudad de Colombia con el mayor número de carros por kilómetro de vía por encima de Bogotá, Medellín y Barranquilla.
Ahora un punto que se debe pensar es que este crecimiento del parque automotor no solo desemboca en grandes problemas de movilidad, sino también en grandes problemas de contaminación. En Cali el 90% de los gases de efecto invernadero se producen por el parque automotor. Según el Dagma se producen 23,767 toneladas de emisiones de óxido nitrógeno, 347,512 toneladas de monóxido de carbono y 2,5 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Y la consecuencia de todos estos gases es que los caleños sufrimos más de enfermedades respiratorias. Para demostrar esto aparecen los datos del 2016 que registraron 226 pacientes con observaciones relacionadas con enfermedades respiratorias y 18 hospitalizados, mientras que en el 2017 fueron 1323 casos registrados y 186 hospitalizados (datos tomados de la Secretaría de Salud).
Entonces volvemos a un punto, qué debemos hacer. Acá surge el término movilidad sostenible. Es que frente al modelo de transporte urbano basado en el carro o moto particular (que trae grandes repercusiones a la contaminación del aire, un consumo excesivo de energía, efectos sobre la salud de la población y la saturación de vías de circulación) había que encontrar uno sostenible, que es en última instancia todo aquello que minimice todos los anteriores problemas, por eso uno de los principales focos está en el fomento del uso de las bicicletas.
Pero analicemos qué ventajas tiene. Después de una semana de experiencia montando bicicleta para ir al trabajo, varias conclusiones se pueden sacar:
1. Un recorrido que en taxi dura en promedio de 30 a 40 minutos, en MIO alrededor de 60 a 80 minutos, en bicicleta es de 20 a 30 minutos. Es decir, que en una semana podemos disponer de 5 horas, las cuales se pueden invertir en tu familia o en tu trabajo.
2. El ahorro económico. Mientras en MIO el costo de ida y vuelta es de 4,200 pesos diarios, lo cual supone a la semana un gasto de 21 mil pesos y al mes 84 mil pesos.
3. Los costos del gobierno para la movilidad para las bicicletas también es mínimo, comparado con los costos para la generación de malla vial de carros y motos.
4. Los beneficios de salud en tanto que se fomenta la actividad física y se reduce la producción de gases de efecto invernadero.
5. El estado de ánimo cambia, ya no se siente esa agonía de estar esperando en el paradero el bus, que posiblemente pase lleno y no te recoge o si se sube con el aburrimiento de estar apretado y pensando que cuando llegue a la estación principal pase el bus rápido porque normalmente en Cali hay que tomar mínimo dos buses para llegar a tu destino.
Pero con todas estas ventajas, porque en Cali solo el 9% de los viajes se realizan con este sistema de transporte y las razones más comunes son:
1. Porque hay poca infraestructura. No hay ciclocarriles o cicloRrutas en todo Cali que permita desplazarse desde cualquier parte de la ciudad, en planeación están para el 2019 alrededor de 266 kilómetros, pero en la actualidad solo hay 97 kilómetros.
2. Señalizaciones e iluminaciones son escasas.
3. El peligro de andar en bicicleta por la invasión de los ciclo-carriles por motos y autos.
4. Incremento de muerte de ciclistas en las vías aumento en un 31% este año.
Y es que los ciclistas sabemos que se corre un riesgo en montar bicicleta en una ciudad que las ve como su enemigo, y es que en un país que no se respeta las señales de tránsito, los más vulnerables son los ciclistas, y es que a pesar que ahora hay ciclocarriles, estos espacios son de las motos y de de carros, y una cosa que es importante acá en Colombia decirle a alguien que está haciendo las cosas mal es meterse en líos. Pero este comportamiento trae grandes consecuencias y es que los ciudadanos no usen este sistema de transporte, el cual en países desarrollados puede llegar que el 47% de toda la población lo utilice.
Pero si seguimos con la mezquindad, la falta de respeto y seguimos ignorando que la movilidad de la ciudad debe rápidamente cambiar para tener entornos sostenibles, la ciudad seguirá sumergida en el caos y si las personas que piensan que la solución es quitar los ciclocarriles, lo que debe pensar es que esas personas que estaban viajando en bicicleta ahora andan en moto o en carro incrementando el caos, la contaminación y volviendo a Cali en la sucursal de las enfermedades respiratorias.