En el 2004 Hugo Chávez era el presidente más poderoso de América. El 30 de abril de ese año el barril de petróleo llegaba a costar 33,99 dólares. Tenía tanta plata que regalaba estadios a Bolivia e incluso llegó a proponerle al gobierno de Bush, su más enconado rival, ayuda alimentaria para los pobres de Estados Unidos. Entre sus planes faraónicos estaba convertir a una aerolínea venezolana en la más fuerte de América.
Por eso, sobre los escombros de Viasa, la que hasta antes del chavismo era la más poderosa de Venezuela y que fue vendida a Iberia para caer en quiebra en 1997, creó en el 2004 Conviasa. La flota tenía 18 aviones. En una ceremonia realizada en el palacio de Miraflores el líder máximo de la Revolución Bolivariana habló de sus planes de expansión. Se comprarían otros 20 aviones a la aerolínea brasilera Embraer y cuatro Airbus usados a los Emiratos Árabes.
Sin embargo, el plan nunca despegó. Chávez, quien llevaba la economía venezolana en un bolsillo de su camisa, al lado de donde reposaba la constitución en versión miniatura, olvidó como un niño refunde un dulce a Conviasa. Entonces empezaron a aparecer los problemas. El 4 de agosto del 2005 un avión que salía del aeropuerto de Maiquetía, en Caracas, hacia Madrid, tuvo una demora de 30 horas. Los pasajeros tuvieron que pasar la noche en la incomodidad de sus instalaciones.
Los retrasos fueron una constante. Nunca compraron los aviones brasileros ni los Airbus y, para acabar de completar, presentaban problemas para conseguir los repuestos que se necesitaban para continuar brindando el servicio. Los retrasos eran infaltables y los controles técnicos inexistentes. A la aerolínea de Chávez en Venezuela se le permitía todo. Lo peor estaría por venir.
El 13 de septiembre del 2010 un vuelo que iba de Porlamar a Ciudad Guyana cuando se precipitó sobre las instalaciones de la Siderúrgica del Orinoco. 17 personas murieron. Un día después, otro de sus aviones emitió la señal Mayday y aterrizó de emergencia en Maiquetía. Tenía 97 personas a bordo.
Aún con estos problemas en el año 2006 la FAA, Administración de Aviación Federal de Estados Unidos elevó la clasificación de seguridad operacional de Venezuela a categoría 1 lo que permitió que las aerolíneas venezolanas vuelen a EE.UU. utilizando sus propios equipos y tripulaciones. Pero, mientras tanto, la aviación venezolana tenía serios problemas. En ocho meses del 2012 ocho aeronaves militares tuvieron accidentes que causaron20 muertes. Ese año la Unión Europea prohibió los vuelos a Europa, con excepción de Madrid. La razón que esgrimieron las autoridades fue la siguiente: "debido a numerosos problemas de seguridad derivados de accidentes y de los resultados de los controles en pista en los aeropuertos de la UE".
Los colombianos no sabían de Conviasa hasta que a mediados de este mes el embajador en Caracas, Armando Benedetti, anunció que el próximo 26 de septiembre empezarían a reestablecerse las relaciones entre los dos países.
El transporte aéreo sería uno de los primeros en resucitar. Por Colombia Wingo le ganó el pulso a Avianca y Maduro anunciaba a Conviasa. Pero la iniciativa se cayó porque en febrero del 2020 el gobierno del entonces presidente Donald Trump la incluyó en la Lista Clinton. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, afirmó en su momento que la aerolínea era el soporte con el que se transportaban los funcionarios corruptos del régimen venezolano.
Conviasa terminó siendo uno de las promesas que intentó concretar Chávez cuando el precio del petróleo convirtió a Venezuela en un monstruo, parecido a los países saudíes, enclavado en América Latina. Todo no fue más que un breve espejismo.