El coronel (r) Carlos Soler sobrevivió. Otros compañeros de filas cayeron en estas cuatro décadas de combate, enfrentamientos con guerrillas, paramilitares, narcotraficantes y todo tipo de ilegales regados por el territorio colombianos. Conoce de primera mano el conflicto, ha recorrido el país milímetro a milímetro, tiene el mapa completo de los grupos enfrentados y los intereses que están en juego. Y es contundente en afirmar que el nombre de la guerra en Colombia es uno: narcotráfico.
Conoció por dentro la guerra, pero también las necesidades de los campesinos en territorios abandonados, a un estado lerdo, con funcionarios corruptos que desviaron o se quedaron con los presupuestos; haber tenido la muerte cerca y la crueldad que dejó a tantas víctimas en el camino lo llevaron a pensar en la urgencia de parar la guerra y estudiar los procesos de negociación en el mundo, a aprender de derechos humanos.
Y fue lejos, terminó como militar delegado del gobierno Santos en las negociaciones de paz con las Farc en La Habana, sentado buscando salidas con los comandantes que enfrentó en el terreno; y estuvo también en las conversaciones con el ELN en Quito y en Cuba, las vio avanzar hasta cuando el gobierno Duque las congeló y aunque en el gobierno Petro arrancaron con brío en Caracas, aún siguen empantanadas. Y claro, le sigue con interés el pulso a la Paz total de Petro y su conocimiento le permite entender mucho de lo que está en juego y hablar claro.
Era militar en los diálogos del Caguán con Andrés Pastrana cuando las Farc mostraron su poder con un ejército de 40 mil hombres en la zona de despeje y luego los vio llegar a La Habana, después de 8 años de la Seguridad Democrática, reducidos a la tercera parte. Haber conocido de primera mano esos procesos le permite afirmar: “Colombia ha tenido 14 procesos de paz, es campeona mundial. Y estos no han funcionado porque fueron diseñados con un vaso de whisky en el Parque de la 93, sin conocer a fondo los territorios y las necesidades de la gente que los habita (…)
Y agrega: desde hace diez años se conocen los 7 lugares priorizados por las Fuerzas Militares: Cauca, Nariño, Bajo Cauca antioqueño, Norte Santander, Arauca, donde pelean guerrillas contra guerrillas, las Autodefensas Gaitanistas y al final del día lo que está en disputa son rutas de narcotráfico y grandes cultivos de coca. Desparecen unos, reaparecen otros, y así se van reciclando alrededor del gran dinero que mueve el narcotráfico”.
Juan Manuel Ospina: Y por eso Coronel, mientras esta la demanda internacional de la coca, el oro, el coltán, las esmeraldas, las economías ilegales, esto no va a parar. Y quien mejor que usted para identificar los problemas en medio de este enredo que no se ve avanzar.?
Coronel (r) Carlos Soler: Toca concentrar las fuerzas del Estado para actuar, porque si usted deja a los grupos armados con un fusil, libres por Colombia y detiene las operaciones militares -que es a lo que le tienen miedo- con un decreto, los armados vuelven y reclutan, extorsionan, boletean, se crecen, tienen mas billete, negocian coca, y súmele a esto un tema muy delicado para la paz y es que no haya reglas de juego; rompen los cese al fuego, como reporta la Defensoría del pueblo, y no pasa nada. Dejarlos sueltos es un error
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