"Me muero de ganas de visitar Colombia precisamente por la comida callejera jaja." Ese es el comentario de la usuaria Bloggeanding al vídeo ¿Cómo es la comida callejera en colombia? de Alex Express (además, existen muchos vídeos en Youtube sobre el mismo tema).
Ahora bien, desde niño he sido un ferviente comensal callejero, lo que me hace estar firme en la idea de que ninguna política pública puede atacar esta manifestación cultural, pues crecimos disfrutando los sabores de cada esquina: este no es un ataque a criminales o maleducados, todo lo contrario, es contra la cultura, el trabajo de gente honrada y comelones como yo.
Lo más triste de los medios hegemónicos colombianos (tomo el caso de la publicación dominical de El Tiempo) es que sus fuentes provengan de policías y profesores de "gestión urbana", ahí uno se pregunta: ¿dónde están los defensores de una de las manifestaciones más próximas a la cultura local (existen varias tesis sobre cocina, comunicación y cultura)?, ¿qué pasó ahí, culturólogos, antropólogos, sociólogos y comunicadores?
En otros países adoran personajes como Anthony Bourdain, un célebre chef de alta cocina que prefería degustar la comida auténtica de cada ciudad en lugar de irse a las zonas de confort turísticas en donde todo es un simulacro, ¿por qué acá no se valora eso? Y eso no es lo único, en el canal de televisión ElGourmet existe un programa que se llama Sabores Callejeros, en donde van país por país de Latinoamérica (incluyendo Colombia) haciendo lo que ahora policías y gestores urbanos llaman "promoción del delito".
Con eso en mente, un Código de Policía que pase por encima de las costumbres, la cultura local, el derecho al trabajo, e incluso el turismo, debería declararse inconstitucional. Tocará advertirle a Bloggeanding que se guarde las ganas de visitar Colombia para probar la comida callejera, pues corre el riesgo de que le salga más cara que una comida en un restaurante lujoso.