Con motivo de las celebraciones navideñas que se avecinan y con el auge de un movimiento de personas no creyentes que ha decidido salir del “closet“ por diversas causas y declarar abiertamente que no pertenecen a ninguna religión y mucho menos creen en el dios que cada religión dice ser el “verdadero”.
Obviamente las críticas de personas creyentes hacia las personas no creyentes que de alguna manera celebran o simplemente descansan estas festividades no se han hecho esperar, pues por lo menos en el contexto colombiano la Navidad es una festividad netamente católica.
¿Entonces por qué personas que no creen en el nacimiento de Jesús celebran en esos días?
Principalmente por la ley 51 de 1983 donde establece que todos los trabajadores, tanto del sector público como del sector privado, tienen derecho al descanso remunerado en los días declarados como festivos sin importar que estos sean días feriados de carácter cívico o religioso.
En un estado laico como el colombiano (al menos sobre el papel) el Estado no puede obligar a nadie a participar de celebraciones de carácter religioso.
¿Cuál es el origen de la natividad o Navidad?
Esta celebración se remonta aproximadamente a la edad de piedra según algunos investigadores y corresponde al fenómeno astronómico llamado solsticio, que para algunos países marca el inicio del invierno. Algunas tribus celtas basaban su calendario lunar en los solsticios como a los equinoccios, los solsticios ocurren aproximadamente entre el 21 y 23 de diciembre de cada año, es el momento en el cual el sol se sitúa en el punto más alejado del Ecuador y la duración del día y la noche alcanzan su máxima diferencia.
Durante el antiguo imperio romano el solsticio tomó el nombre de fiesta de la saturnalia en honor a Saturno dios de la agricultura, fiesta en la que se acostumbraba a bailar y cantar, además se aprovechaba para hacer visitas y dar regalos, sin embargo, el 25 de diciembre se celebraba (Sol Invictis) nacimiento del dios sol, por tal razón la iglesia católica la consideraba como fiesta pagana al idolatrar a un dios diferente.
¿Y el nacimiento de Jesús?
Debido a la grandeza e importancia de este fenómeno muchas culturas han adoptado este acontecimiento para celebrar el nacimiento de su respectivo dios o mesías, para los persas el 25 de diciembre era el día de celebración del nacimiento del dios Mitra, para la cultura egipcia se celebraba el nacimiento del dios Horus y mucho tiempo después, en el siglo tercero de nuestra era el 25 de diciembre fue incluida como fiesta oficial del nacimiento de Jesús.
Paradójicamente los escritos del nacimiento del mesías en la mayoría de las culturas, además de haber sido un 25 de diciembre vienen acompañados de una mujer virgen, tres sabios, un esposo llamado José y una estrella anunciando el nacimiento del respectivo dios, entre otras coincidencias.
Uno de los argumentos más fuertes que tenemos las personas ateas o agnósticas es que las religiones y los dioses para lo único que han servido es para segregar, separar, discriminar y someter a otros seres humanos por el hecho de pensar distinto, de creer en dioses diferentes o por no creer en ninguno, el hecho de que los ateos o descreídos descansemos o compartamos esos días con muestras familias, demos regalos a nuestros hijos, comamos y bebamos felizmente no quiere decir que celebremos el nacimiento de un ser en el que muchos no creemos, creo que simplemente es una gran lección de tolerancia, que aun algunos creyentes religiosos lastimosamente no entienden.
Ahora, ¿quién dice que algunos descreídos no podemos tomar el 25 de diciembre para celebrar el natalicio de Isaac Newton?
¡Feliz solsticio para todos!
