El próximo 8 de marzo en nuestro país se llevará a cabo una protesta pacífica, esperada por un amplio sector de la ciudadanía, a la que convocó hace meses el señor Antanas Mockus. “Marcha por la Vida” es el nombre, poco original, que le ha dado a la movilización el exalcalde de Bogotá y a la que, como es bien sabido, asistirán varios pesos pesados en Colombia. Por ejemplo, ya confirmaron su asistencia al evento personajes como el presidente Santos, el congresista Cepeda y se espera que participe del mismo nada más y nada menos que: Álvaro Uribe Vélez.
El pasado 28 de febrero, a las 10 y 11 minutos de la noche, fue publicada en la página web del periódico El Tiempo, una entrevista que realizó su editora, Marisol Gómez Giraldo, al excandidato presidencial del Partido Verde. Un mano a mano que terminó de convencerme, pues desde hace semanas pensaba que esta marcha no tiene nada que ver con algún tipo de altruismo, de que no es positivo participar de esta mentira. Con lo que sí tiene que ver es con los negocios que tanto realizan los miserables políticos colombianos y de los que, acéptenlo o no, participan todos los cómplices que apoyan este tipo de manifestaciones saliendo a marchar. Y es que, siendo sinceros, esas movilizaciones no sirven de nada.
La primera respuesta que da Mockus a la entrevistadora deja ver la politiquería que está detrás de todo esto. Ella solamente le preguntó: “¿Por qué la marcha del domingo?”, y él se despachó con la siguiente contestación: “Porque debe haber una transición emocional. Ahora que los acuerdos de La Habana están avanzados, tenemos que pensar en disminuir los odios para que no reviva la venganza y, en el peor de los mundos, el conflicto. Es muy exigente, por ejemplo, saber que uno va a estar cerca de alguien que mató una persona querida.” Como vemos, desgraciadamente, de lo primero que habla Mockus es de las conversaciones de La Habana y, además, nos miente en cuanto a ellas diciendo que han avanzado en algo. La verdad yo no veo ningún avance en el show mediático que están llevando a cabo en la isla, es más creo que es un invento de la prodigiosa mente de Antanas. Y, por si algo faltaba, no lo menciona una sola vez en la entrevista.
“La marcha está atada al proceso de paz…” dice la periodista dándole cuerda al personaje y él redondito cae. “En la mesa de La Habana han avanzado y aquí necesitamos hacer un proceso más humano. Los prejuicios nos impiden comprender que el otro también sufrió. La guerra está llena de mentiras, y parte del proceso de paz es el sinceramiento. Es decir: ahora que usted me reconoce tal cosa, yo admito que cometí tal barbaridad.”, respondió. Hay varias cosas que me generan dudas de la respuesta de Mockus. ¿Quién dice más mentiras? ¿La guerra, el proceso de paz o usted, Antanas? Porque lo que veo, hasta ahora, no es más que una actuación que merece ganarse un premio en Cannes. Una actuación tan memorable e inmoral como la que ya hizo Antanas en el 2014 cuando dijo que se unía simbólicamente a Santos y, por consiguiente, le pasó más de 2 millones de votos que terminaron aportando de cara a la reelección de Juan Manuel. Un acto despreciable digno de un desgraciado político colombiano; tan ruin como haber privatizado, durante su estadía al frente de la Alcaldía, la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB).
Marisol, más adelante, le pregunta a Mockus algo que yo también le habría preguntado: “¿Y cuál cree que ha sido la mentira más grande de la guerra en Colombia?” a lo que él respondió: “Decir tú empezaste y yo seguí, y vino la escalada. El logro máximo es que la gente se mate menos.” ¡Pero, por favor! ¿De qué carajos está hablando, Antanas? En Colombia ya no sabemos ni quién mató primero a quién, y ¿Cómo así que el logro máximo es que la gente se mate menos? ¿O sea que es una marcha por la vida parcial? ¿No es vida la de todos los humanos y no habría que luchas por la de todos? No entiendo, profesor. La verdad no entiendo nada de lo que habla, debe ser que ya no tiene el brillo intelectual que tanto admiré en usted hace años, antes de que ensuciara su vida entrando al criminal mundo de la política.
En definitiva me parece que Mockus solamente está abonando terreno para una próxima batalla en las urnas o, en el peor de los casos, está esperando a que se le dé algún cargo en el gobierno Santos. Su repetitivo apoyo a la mentira del proceso de paz no me permite pensar en algo diferente. Me imagino que, en cualquier caso, habrá miles de ciudadanos colombianos inocentes que saldrán a apoyar a Mockus en las calles el próximo domingo y, seguramente, todos esos van a sacar pecho diciendo que lo único que quieren para Colombia es la paz, cuando ellos mismos son los que mantienen viva la sed insaciable de guerra.
@andresolarte
Facebook.com/olarteandres
#DESPIERTACOLOMBIA