Las cifras invisibles: un recorrido por los censos
En 1993, el Censo de Población incluyó por primera vez una pregunta sobre la pertenencia étnica. Sin embargo, la redacción de la pregunta limitó los resultados y la visibilidad de la población afrodescendiente. En 2005, la cifra de personas afrocolombianas censadas ascendió a 4.311.757, pero en 2018, esta cifra se redujo inexplicablemente a 2.982.224, es decir, un 30% menos.
El CEAF acompañó un proceso de litigio estratégico que culminó en la sentencia T-276 de 2022, en un fallo histórico, reconoció la vulneración de los derechos fundamentales de la población afrodescendiente por la invisibilidad estadística en el Censo de Población y Vivienda de 2018, e instó al DANE a realizar dos acciones cruciales: primero, explicar al país las razones por las que la población afrodescendiente fue invisibilizada en el Censo de 2018 y, segundo, elaborar un plan para el próximo censo que evite repetir este error.
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“Desde el CEAF, hicimos un ejercicio de acompañamiento de rigor técnico del análisis de lo que había sido el proceso de censo del 2028 para identificar las razones de esa invisibilidad estadística y también, si se quiere, la responsabilidad de la organización a cargo, para apoyar, además, las demandas y las denuncias de las organizaciones accionantes”, explicó Melissa Gómez Hernández - directora del CEAF.
Las raíces del problema: racismo estructural y fallas operativas
Tras la tutela interpuesta por las organizaciones ILEX Acción Jurídica, la Asociación Colombiana de Economistas Negras “Mano Cambiada”, la Corporación Agencia Afrocolombiana Hileros -PCN-, la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca -ACONC-, la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados -AFRODES-, la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas -CNOA- y un grupo de personas afrocolombianas, el DANE reconoció errores en las cifras del Censo del 2018.
La entidad aclaró que los datos del Censo del 2018 no reflejan la realidad demográfica y oficializó la proporción de la población afrocolombiana a nivel nacional a partir de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida 2018. Sin embargo, las organizaciones denuncian que aún no se ha oficializado la proporción de esta población a nivel departamental y municipal.
Este año el DANE publicó un documento de "Lecciones aprendidas" y un "Estudio de la evaluación de las causas de la variación y dificultades en la captación de la población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera de Colombia en los censos nacionales".
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El DANE identificó diversas causas para la subestimación de la población afrodescendiente en los censos. La entidad señala que la discriminación y la falta de conciencia de la herencia afrodescendiente afecta la forma en que las personas se identifican.
De acuerdo con el DANE, las migraciones internas y externas también influyen en la distribución de la población afrodescendiente. Finalmente, reconocen la falta de capacitación de su personal en temas étnico-raciales, así como errores en la recolección de datos.
“Si no somos capaces de saber cuántas personas afrodescendientes existen en Colombia, dónde están y en qué condiciones de vida se encuentran, pues tampoco tendremos el panorama completo para poder encontrar, desde la política pública, las soluciones que se requieren con tanta urgencia”, indicó Melissa Gómez Hernández - directora del CEAF.
Las consecuencias de la invisibilidad
La invisibilidad estadística de la población afrodescendiente tiene graves consecuencias; entre ellas, la dificultad para acceder a políticas públicas, pues la ausencia de datos precisos dificulta la creación de políticas públicas efectivas para atender las necesidades de la población afrodescendiente en el país. También es una práctica que perpetúa el racismo, y que, de acuerdo con la CEPAL, constituye una de las formas de discriminación más perversas.
Desde El CEAF hacen un llamado a las autoridades colombianas para garantizar la producción de datos confiables y oficiales que visibilicen la población afrodescendiente y que permitan implementar políticas públicas efectivas para combatir el racismo estructural y promover la igualdad racial. Así lo señala la directora de este Centro:
“No hay una claridad respecto a cuáles son aquellas políticas diferenciales que deberían ser diseñadas e implementadas para transformar las situaciones provocadas por el racismo histórico estructural”, concluye Melissa Gómez Hernández - directora del CEAF.
La comunidad afrodescendiente espera que en el próximo censo sí cuenten con ellos.
*Estudiante de 9 semestre de Comunicación - Universidad Icesi.