Hace 10 años era muy común ver en las redes sociales discusiones entre quiénes eran los mejores equipos de fútbol y los mejores jugadores del planeta. La discusión la lideraban el Real Madrid y el Barcelona.
Cristiano Ronaldo y Leonel Messi eran quienes polarizaban la escena deportiva, cazándose así una de las rivalidades más importantes en los últimos tiempos del fútbol mundial. Eran discusiones por gambetas, goles y asistencias y por qué equipo lideraba la Liga de España. ¡Qué tiempos! Era una época en la que la polarización no le hacía daño a nadie y en la que los problemas se dejaban detrás de un balón que tenía el objetivo de encajar en la red del equipo rival. Y donde luego que terminaban los 90” minutos de fútbol, todo volvía a la normalidad, a esperas del próximo encuentro para buscar la revancha o ganar el partido y reivindicar una hegemonía sobre el equipo rival en la competición.
¿Qué nos pasó? Pasamos de hablar de estadísticas en los encuentros, de nóminas deportivas, de qué jugadores podrán estar en el clásico, de qué bajas por lesión o alguna tarjeta amarilla tendrá el equipo rival a solo hablar de política todos los días. Y no es que la política no sea importante, lo es, porque define muchas veces lo que sucede en nuestras sociedades. ¡Pero necesitamos el deporte!
Si ustedes entran en Facebook al fan page de los principales medios de comunicación dedicados al deporte, en especial a las notas sobre fútbol, verán por muchos 10 comentarios y pocas reacciones sobre la nota deportiva. Pero si entrar cualquier fan page de cualquier medio, así sea extranjero y que haya una nota de contenido político, verán que cambia todo y que habrán por poco 1000 comentarios, muchas reacciones e incluso hilos de peleas, que muchas veces no tiene nada que ver con la nota, pero sí con un tema que es netamente político.
Los invito a que hagan el ejercicio y verán que no miento: la política se nos metió en las redes sociales desde hace rato, acabo con los debates sanos y llevó a dividir a las sociedades, a casi un tema personal e irreconciliable.
¿Cómo es posible que comenzara la UEFA Champions League, uno de los torneos más importantes del mundo y a nadie le haya importado? ¿Se les olvida que estamos a 75 días del Mundial de Qatar 2022?
Los jugadores que logren un alto rendimiento en esta competición serán convocados a sus respetivas selecciones (si clasificaron para el Mundial, vale aclarar que Colombia no clasificó para esta competición) para disputar uno de los eventos deportivos más importante del planeta. Así que los ojos del planeta deberían estar puestos en este torneo y no solamente en las tristezas, amarguras y en ocasiones alegrías que genera la política en nuestras sociedades.
Hay que recordar que el deporte es una competición que trae revanchas y que trae alegrías en medios de las dificultades. Un ejemplo de ello fue la victoria (1-4) del único equipo de Ucrania en esa competición, Shakhtar Donetsk, en condición de visitante al RB Leipzig de Alemania. Lo del Shakhtar, es un hecho deportivo para destacar, teniendo en cuenta la guerra ruso-ucraniana que vive ahora el país. Un tema muy difícil para los jugadores ucranianos que comparten el Grupo F con el Real Madrid que ganó (0-3) al Celtic de Escocia.
Estas son cosas que un deporte como el fútbol logra, que en medio de la adversidad, se logré destacar ese tipo de victorias deportivas. Y no podemos dejar en el olvido al Mundial, pues un evento que solo se repite cada cuatro años, igual que los Juegos Olímpicos que se realizaran en París, pero en 2024.
¡Por eso es importante el deporte como el fútbol! ¡No dejemos que las discusiones políticas nos lo arrebaten!
