Por primera vez en Colombia se realizaron las Brigadas Internacionales de Observación Feminista, BOFI, en el departamento del Chocó. Fue una estrategia que adelantó la Corporación Humanas en alianza con un equipo de voluntarios de derechos humanos de organizaciones internacionales, para hacer veeduría del proceso electoral en Bahía Solano, El Carmen de Atrato, Istmina y Medio San Juan, durante las elecciones regionales realizadas el 29 de octubre del 2023.
Ser garantes de los derechos políticos de las mujeres y cuidar los votos de las candidatas que postularon sus nombres a cargos de elección popular, fue el principal objetivo.
Es una experiencia piloto de observación como sociedad civil, con enfoque de género y despliegue territorial en zonas urbanas y rurales de estos municipios, tanto de las candidatas aspirantes al Concejo Municipal, Alcaldía y Asamblea Departamental, así como el conteo de votos de la única candidata mujer a la Gobernación del Chocó, que resultó electa.
El grupo de brigadistas estuvo conformado por 21 personas de nacionalidades de Canadá, España, México, Italia, Portugal y Colombia (Antioquia, Bogotá, Chocó) y su voluntariado se enmarca en su trabajo por la paz y los derechos de las mujeres en las organizaciones Abogadas Sin Fronteras, Alianza Por la Solidaridad-APS, Mundubat, CooperAccio, Corporación Humanas y la AECID en Colombia
Aunque todavía es pronto para compilar lecciones aprendidas, este acompañamiento ya logró al menos tres aportes para fortalecer la democracia municipal y la construcción de paz.
- Articulación y certificación
Las BOFI fueron acreditadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y tuvieron un entrenamiento previo sobre el proceso electoral, la normativa y los estándares de observación con apoyo de la Misión de Observación Electoral (MOE) para poder identificar irregularidades o delitos electorales.
Asimismo, los equipos estaban plenamente identificados, con protocolos de cuidado y se presentaron a las autoridades locales, los jurados de votación y a las organizaciones de mujeres con las que Humanas lleva una trayectoria de trabajo en la región.
La experiencia más reciente es la Escuela Juntas Somos Poderosas, enmarcada en proyecto financiado por la AECID, que dio formación política a 150 mujeres chocoanas, en temas de estructura del Estado, proceso electoral, participación política y de liderazgo, desde una perspectiva feminista.
“Estuvimos ahí para visibilizar y acompañar a las mujeres. La certificación del CNE nos permitió ingresar a las mesas de votación, verificar el conteo de votos y constatar la transparencia del proceso”, explica Adriana Benjumea, quien estuvo a cargo del monitoreo y cuidado del equipo de brigadistas.
2. Presencia territorial y garantías de transparencia
“Es una estrategia que pretendía poner los ojos del país y del mundo en cuatro municipios pequeños y el ejercicio de la política de las mujeres en esos municipios. Allí el objetivo fue cuidar y visibilizar los votos de las mujeres que durante este año decidieron poner su nombre en la disputa del poder electoral”, señala la codirectora de Humanas.
Estas brigadas de carácter internacional llegaron al menos a dos corregimientos en cada uno de los municipios, además del casco urbano.
“En el corregimiento de Huina, por ejemplo, en uno de los puestos de votación, cuando terminamos la observación del proceso de votación, una de las mujeres que ya había votado nos preguntó si ya nos íbamos y cuando le respondimos que sí, nos dijo pues ahora que se van ustedes, nos toca a nosotras ponerle cuidado”, anota Carla Afonso, brigadista en Bahía Solano.
La ciudadanía se fortalece y hace consciencia de la importancia de la veeduría y el cuidado colectivo el proceso electoral, con garantías de transparencia.
Es también parte del proceso de formación y de fortalecimiento de la democracia local y municipal.
“No es una misión de observación que viene de la nada. Es el culminar de un proceso de acompañamiento, de promover la participación efectiva de las mujeres que hacemos en la Corporación Humanas y que hacen las organizaciones aliadas. Básicamente responde a una necesidad de las mujeres y es el cuidado de sus votos y el acompañamiento en el mismo día de elecciones”, agrega Afonso quien impulsó la metodología y la alianza de las organizaciones.
3.Más participación y más cuidado
La observación internacional enfocada en las mujeres, también es un estímulo a su participación, especialmente por la protección del ejercicio democrático de mujeres negras, indígenas y mestizas que debutaban en su postulación a cargos de elección popular e históricamente atacadas o excluidas del ejercicio de sus derechos políticos. Hacer presencia con el equipo de observadores no solo dio confianza al electorado y a las candidatas, sino que además dio visibilidad a las candidaturas de las mujeres y su relevancia para la fiesta democrática.
La apuesta por el cuidado de las mujeres y de los votos de las candidatas también es una forma de proteger la participación de las mujeres en la democracia electoral. “Brindamos certeza y confianza en una democracia transparente, una democracia que cuida las decisiones de las mujeres, una democracia que contribuye a la paz”, añade Adriana Benjumea, quien estuvo a cargo del monitoreo y cuidado del equipo de brigadistas.
Se incentiva a las mujeres a seguir participando, pues hay quien cuide de ellas y sus intereses. Las Brigadas de Observación Feminista Internacional, BOFI, son una estrategia piloto que le puede servir a Colombia para próximos procesos electorales, no solamente locales territoriales, sino también a nivel nacional. “Creemos que es una apuesta de cuidado y de protección de las mujeres, de la democracia y de la paz en Colombia”, concluye Benjumea.