1. El sábado 20 de octubre se reunió en Medellín la asamblea departamental de la Unión Patriótica de Antioquia (UP), en un ambiente de camaradería y de optimismo frente a los grandes problemas que azotan a las mayorías nacionales, en un momento caracterizado por el ascenso al poder de un nuevo representante del neoliberalismo que continúa los lineamientos económicos, políticos y sociales del gobierno anterior, mucho más pronunciados a favor de los grupos económicos que dominan el poder y en contra de las necesidades más apremiantes de las mayorías populares. El certamen fue inaugurado por la senadora Aída Avella, agitando la consigna: por la vida, la paz y la unidad, adelante con la Unión Patriótica antioqueña.
2. La situación en el departamento de Antioquia fue caracterizada por tener un gobernador que ha dejado a un lado la implementación del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, dedicándose a desprestigiar las zonas de reincorporación; a poner obstáculos a los planes de desarrollo con enfoque territorial (PDET); a hacer caso omiso del asesinato de militantes del partido de la Farc y del exterminio de líderes populares por cuenta de grupos paramilitares como el cartel del golfo, en Urabá y en el Bajo Cauca; a atizar la campaña de hostigamiento y división del nuevo movimiento de la Farc; a promover la fumigación y la erradicación forzada de los cultivos de uso ilícito; a batirse en la crisis de Hidroituango sin definir con claridad la responsabilidad de los dirigentes antioqueños en el manejo del proyecto hidroeléctrico, y a desplegar su demagogia polemizando con la ubicación geográfica del municipio de Bajirá para tapar con una cortina de humo los graves problemas sociales del departamento.
3. Sobre el alcalde de Medellín se manifestó que se ha dedicado a embellecer la ciudad, a hacer de la capital una urbe de servicios y de movilidad para los negocios y el turismo internacional; a desconocer las profundas desigualdades sociales y económicas de los estratos 1, 2, y 3, manifestadas en la falta de oportunidades para el acceso a la educación superior, a la vivienda y al empleo digno, mientras la mitad de la población está en el rebusque informal, en el subempleo, desempleo, en la miseria y en la pobreza generalizada. Todo esto en una ciudad donde mandan las bandas paramilitares del narcotráfico en las comunas populares; llena de contaminación del aire y del medio ambiente por los residuos industriales y la cantidad de automotores y de motocicletas que hacen muy difícil el desplazamiento citadino; con un plan de Ordenamiento Territorial (POT) que tiene como objetivo principal las ganancias de las grandes firmas constructoras, dejando a un lado el urbanismo humano y democrático para las mayorías populares; con una población desplazada por el conflicto social y armado ubicada en zonas de alto riesgo, que exigen soluciones de retorno a su tierra o planes de trabajo digno para resolver su situación.
4. Frente a esta situación se ha manifestado el movimiento ciudadano, como se puede ver con los doscientos ocho mil (2008.000) votos por la Colombia Humana en la segunda vuelta presidencial; con los quinientos mil (500.000) votos en la consulta anticorrupción; con la Velatón y las marchas del siete de agosto por la vida y la paz, y ahora con las marchas multitudinarias de los estudiantes, profesores, y trabajadores de las universidades públicas que reclaman presupuesto para la educación superior y rechazan la inversión para la guerra en el presupuesto nacional, a la vez que están indicando el ascenso de masas a un nuevo nivel de conciencia política por la vida y la paz.
5. Por todo lo anterior la Asamblea Departamental de la Unión Patriótica hizo un llamado a la opinión democrática del pueblo antioqueño a movilizarse en defensa de la vida, la paz y la democracia; a reclamar el cumplimiento de los acuerdos de La Habana, especialmente con la financiación de los planes de desarrollo con enfoque territorial (PDET) para los municipios de la región, y a contribuir con la unidad de los movimientos democráticos alternativos en las elecciones locales y regionales de 2019.
Por otro lado, se aprovecho el espacio para saludar a los compañeros progresistas elegidos al Comité Ejecutivo Nacional de la (CUT) como representantes del sindicalismo de clase antioqueño, con el compromiso de movilizar a los trabajadores por sus derechos y garantías sociales, contra los contratos laborales de terceros, y por la unidad del movimiento sindical.
Se exigió el desmonte de las estructuras paramilitares en las comunas de Medellín y el cese de los asesinatos de los dirigentes populares, se reclamó por la vida y la seguridad de los dirigentes y militantes del nuevo partido de la Farc, se manifestó el apoyo a las víctimas del conflicto armado y a los desaparecidos de la operación Orión en la comuna 13 de Medellín, y se llamó a la movilización por una reforma tributaria progresiva y democrática que tenga en cuenta los intereses de los pobres y de las capas medias, también contra la corrupción estatal, el contrabando y la evasión de impuestos de los grandes capitalistas, que hacen más insoportable la miseria del pueblo.
Así mismo, se manifestó el apoyo a los diálogos en la mesa de La Habana con el ELN, con el fin de llegar a una paz completa, se exigió la amnistía para los militantes de las Farc que aún están en prisión, y solidaridad y libertad para los presos políticos; se llamó a estar al tanto de la crisis de la salud con el seguimiento de Medimás en su proceso de liquidación, en la prestación del servicio para sus usuarios y en el cumplimiento de la estabilidad laboral y de los derechos y garantías sociales de los trabajadores en las clínicas cerradas en Medellín, y a estar pendientes del desplazamiento de las familias del Bajo Cauca por la acción de los paramilitares en el conflicto de la erradicación de los cultivos de uso ilícito mediante la erradicación forzada y la fumigación con glifosato.
Por último, se llamó a respaldar a los representantes a la Cámara por Antioquia del Polo Democrático, del Partido Verde y de la Farc, con el fin de impulsar el trabajo parlamentario en unidad de acción con la lucha de masas; a expresar su solidaridad con las familias cafeteras y con los pequeños mineros informales del departamento; a protestar contra la intención de prolongar el mandato de los actuales gobernadores, alcaldes, diputados y concejales hasta el año 2022, y contra el decreto policivo que prohíbe la dosis personal de marihuana, como una medida inocua a la solución del problema de la drogadicción; a apoyar el proceso de organización de las madres comunitarias y la solicitud de la personería jurídica para el movimiento de Colombia Humana, y a crear las condiciones para un paro cívico nacional, y la correlación de fuerzas para la realización de una Asamblea Nacional Constituyente.
