Rerum conoscere causas.
(Dichoso aquel que puede conocer las causas de las cosas)
Virgilio
La carta de los excancilleres colombianos empieza contextualizando: “La preocupante y lamentable situación que se vive entre Israel y Palestina merece la consideración y acción de toda la comunidad internacional. No hay justificación alguna para los ataques de Hamás ni para los secuestros y asesinatos de civiles”
Pretenden decirnos que el conflicto palestino-israelí empezó el 7 de octubre a las 6 am y que el presidente Petro “se separa de manera radical de la tradición de nuestro país por el respeto al derecho internacional y al multilateralismo” … y “debilitan la institucionalidad de nuestra diplomacia”.
Mientras los excancilleres piensan en que cuatrienio estaban cuando se ejecutaron estas masacres en 17 años, les doy la lista de algunas de las agresiones más recordadas, porque son guerras de Israel y estos son los nombres con los que ese valiente ejército bautizó sus ataques a los palestinos de la Franja de Gaza:
- Operación Lluvias de Verano (junio de 2006)
- Operación Nubes de Otoño (octubre-noviembre de 2006)
- Operación Invierno Caliente (febrero-marzo de 2008)
- Operación Plomo Fundido (diciembre de 2008-enero de 2009)
- Operación Running Echo (marzo de 2012)
- Operación Pilar de Nube (noviembre de 2012)
- Operación Margen Protector (julio-agosto 2014)
- Operación Cinturón Negro (noviembre 2019)
- Operación Amanecer (agosto de 2022)
- Operación Escudo y Flecha (mayo de 2023)
NUNCA los excancilleres condenaron al estado terrorista de Israel por estos hechos, mientras eran gobierno. Quizá estaban muy familiarizados con el terrorismo de Estado pues en sus pasantías por la cancillería sucedió lo más oscuro y siniestro de la historia de Colombia: el aniquilamiento de un partido político UP, los falsos positivos y la conformación de grupos paramilitares en contubernio con el ejército nacional y el estado. Varios excancilleres tuvieron familiares cercanos comprometidos con el paramilitarismo y el narcotráfico, pero no hay delitos de sangre, solo el usufructo que se deriva de esa condición.
¿Entonces el porqué de la carta y qué defienden los excancilleres?
- Porque es la oportunidad de hacer gavilla contra Petro, como lo han hecho los exministros de salud, los exministros de economía, los gremios, las EPS, etc.
- Porque Colombia, a la que no me atrevo a llamar un país, nunca ha tenido política internacional. Han sido gobiernos incondicionales y arrodillados a EEUU y al sionismo israelí hasta ahora.
- Por fariseísmo -para utilizar una palabra judía- pues quieren combatir el terrorismo de Hamás maldiciéndolo, para en contraposición, invisibilizar o justificar el Terrorismo del estado sionista y agradar a la ultraderecha norteamericana e israelí, confirmando su seguidismo incondicional.
La condena exclusivamente al terrorismo de Hamás por los excancilleres y políticos mundialmente, está basada en que fue un ataque puro, inmotivado e ilegítimo que amenaza a Israel, y por extensión a Occidente, a la modernidad, a lo judeo-cristiano, a la democracia, y a la civilización misma. Así se autoincluyen y se constituyen -por contraposición- en el lado bueno del conflicto.
Así ocultan la otra cara de la moneda, son unilaterales y fieles a la diplomacia que ejercieron en esos gobiernos y la llaman, institucionalidad.
Pero Israel es un Estado artificial conformado (1948) como enclave militar imperialista contra Palestina y todos los pueblos de Asia Occidental, erigido sobre la base del terror, la muerte de miles de palestinos y la diáspora de ese pueblo. No se habla de que muchos territorios fueron analizados en 1904 por los sionistas para construir su estado: desde un protectorado británico en el Sinaí egipcio, Argentina, Kenia en África o Palestina.
Por eso es delicado llamar “terroristas” a quienes se niegan a doblegarse y han estado resistiendo durante cien años un proyecto colonizador y de factura racista.
De ñapa les ofrezco el mapa de Palestina destrozado por Israel y las estadísticas de los masacrados en el conflicto creado por la usurpación sionista:
El problema es entonces aclarar por qué Hamás atacó a Israel y por qué no es una organización terrorista como la denominan, pues tiene derecho a la rebeldía contra la potencia ocupante.
Según el derecho internacional -señores excancilleres- la lucha armada contra una potencia ocupante no es ilegal. Y Gaza es un gran campo de concentración con 400 km2 amurallados, 42 km de mar sin acceso a él, y 2.4 millones de palestinos (seres humanos) encarcelados, ocupados y humillados.
La incursión de los milicianos gazatíes me recuerda al desesperado levantamiento judío del gueto de Varsovia de 1943, humillando a la potencia racista alemana ocupante que, pasada la sorpresa, se ocuparon de la devastación del gueto. Los espejos de la historia, señores excancilleres.
Muchas convenciones internacionales y resoluciones de las Naciones Unidas dan cuenta del derecho a la autodeterminación de los pueblos: el Protocolo Adicional 1 de las Convenciones de Ginebra de 1949, la Resolución 3314 (1974) de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Resolución 37/43 (1982) de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La Resolución de 1982 “reafirma la legitimidad de la lucha de los pueblos por la independencia, la integridad territorial, la unidad nacional y la liberación de la dominación colonial y extranjera y de la ocupación extranjera por todos los medios disponibles, incluida la lucha armada”. No podría haber una declaración más certera y concluyente que proporcione una ordenanza legal a la lucha armada contra una ocupación ilegal como la sionista.
Tampoco sobra recordarles -señores excancilleres- que la ONU ha votado docenas de resoluciones contra el apartheid israelí, los asentamientos ilegales, la violencia indiscriminada, la limpieza étnica, que asociaban al sionismo con el racismo y con el apartheid sudafricano en particular. Todas las ha ignorado el estado sionista de Israel y hacen show contra cada resolución. Esta fue la postura del entonces embajador israelí (1975) y futuro presidente de Israel, Jaim Herzog: rompió el documento en pedazos que los condenaba, delante de toda la Asamblea General de la ONU.
Respecto al papel de Estados Unidos, han sido el principal apoyo de la continua violación israelí del derecho internacional y contra las resoluciones de la ONU. Ahora, Biden envía portaviones para derribar parapentes, cosas de la senilidad y el desespero de la decadencia. New York es la ciudad con mayor cantidad de judíos, israelíes y sionistas en el mundo y su lobby judío es un actor fuerte y definitivo para el gobierno de EEUU y de Occidente. Los banqueros judíos Rothschild son los más ricos y siniestros del mundo, controlan la Reserva Federal FED (que es privada) y la banca mundial, e imponen sus decisiones a todos los gobiernos occidentales.
Tampoco es un secreto que hay ultraortodoxos judíos en NYC (Williamsburg) que viven en condiciones austeras, debido a su elección de vivir como lo manda la tradición, un gueto puro.
Rerum conoscere causas
Los israelíes no son “ciudadanos de un país”, ni son el “pueblo judío” sino colonos extranjeros ocupantes de una tierra usurpada. Quienes hoy pueblan el estado de Israel llegaron desde lejanos países y son de diferentes razas y culturas: Marruecos (8,2%), Ucrania (6,7%) y Rusia (5,7%) principalmente, además de Polonia, Rumania Checoeslovaquia, Alemania, Etiopía, Estados Unidos, Irán y otros 20 países más. Sólo el 9% de la población de Palestina al día de la creación del estado de Israel, era judía y vivían allí (58.000, ONU).
¿Qué los unía? La religión judía, algunos elementos políticos inventados por Theodor Herzl, forjador del sionismo (1896); y la colonización de territorios a cualquier precio (guerra).
Los primeros inmigrantes no se podían comunicar entre ellos pues tenían lenguas diferentes ni podían comer fácilmente, pues desconocían y/o abominaban la cocina autóctona. Herzl, fundamentalista judío, admitió en 1896 “que creía imposible que los judíos que habían vivido separados entre sí durante siglos pudieran convivir en un Estado propio”.
Esto no quiere decir que haya que echarlos al mar. Tienen derecho a un estado, ojalá no confesional, pero no en contra de los palestinos y su tierra. Tienen que respetar a todos los pueblos del mundo, aunque no hayan sido escogidos por su dios, el “único”. Y acatar las resoluciones sobre el territorio palestino dictada por las Naciones Unidas desde 1948.
Nuestros defensores de la institucionalidad
El concepto demonizado de terrorismo ha sido manipulado por los excancilleres, los analistas y periodistas para aplicarlo a unas acciones violentas, independiente de sus contextos históricos. También lo han hecho la doctora Sandra Borda, la mostrenca Vicky Dávila, la intelectualísima Carolina Sanín que se cree judía y se autoelogia, etc.
Lloro todos los muertos de este conflicto sin distinción, pero no utilizo los mocos para encubrir las responsabilidades históricas del agresor mayor, un estado con el cuarto ejército más poderoso del mundo contra un pueblo en el que sus jóvenes y viejos utilizan piedras, hondas, parapentes y misiles artesanales para enfrentar los helicópteros, drones y misiles del militarismo cibernético.
Hoy todo es peor, mucho peor (15 de agosto). Se vive una masacre con tierra arrasada sin precedentes. La ley israelí, según la cual una muerte judía vale cien muertes palestinas, se vive por TV con indiferencia y confusión. El cuarto ejército más poderoso del mundo necesita limpiar la humillación de que haya sido atacado por “sorpresa” (muy dudoso) desde el presidio a cielo abierto más controlado del mundo, por milicianos suicidas de Hamás.
Así pues, los amigos de Israel, los confesos y los inconfesos, condenan la violencia de los oprimidos mientras legitiman y lisonjean la de los opresores, tampoco condenan la violencia del estado terrorista israelí contra los palestinos, ni quieren la paz. Su paz no es otra que la paz de los sepulcros para el pueblo palestino.
Se necesita parar la limpieza étnica con tierra arrasada, la única vía es un Alto al fuego para atender a las víctimas y buscar la participación de voceros mundiales para negociar una salida estable y duradera para la convivencia futura sin más guerras. Hay que superar el tablero militar y poner en primer plano el político y social, sin hipocresía ni fanatismos.
*Analista internacional con énfasis en China, Asia Central y la Ruta de la Seda histórica y actual. Arquitecto y Urbanista de la Universidad Nacional de Colombia.