Sobre las nueve de la mañana del lunes iba conduciendo por la autopista norte, por el carril central, de norte a sur. A la altura de la calle 127 me cierra un vehículo chevrolet spark plateado. Alcancé a maniobrar y frenar para no estrellarme. Por poco acabo en el separador de la paralela. Inmediatamente le pité al carro repetidas veces, a ver si caía en cuenta de la brutalidad que acababa de hacer, pero la conductora no se dio por aludida y seguía conduciendo con una sola mano, pues la otra la tenía sosteniendo su teléfono celular en una larga charla. Así que decidí pegarme al pito con mayor insistencia a ver si decidía ,al menos, colgar su teléfono. Pero nada. Al pasar a la paralela por la 106 cerró a un taxista y seguía como si nada.
Entonces pensé en sacar mi celular y tomar una foto de la placa del carro y ponerla en redes sociales en son de protesta. Pero pensé que esataría haciendo lo mismo que ella: tomar el celular mientras conduzco.
Traté de calmarme porque, seamos honestos, actitudes como estas ponen a prueba nuestro nivel de tolerancia y también nos hace pensar en las veces que fuimos tan irresponsables como la persona que criticamos.
Mientras conducimos todo puede esperar, una llamada, un tuit, la foto del atardecer mientras manejamos, todo, todo puede esperar. Esto que escribo también es una lección para mí. A veces he tuiteado manejando, he contestado llamadas, hasta he grabado videos y creo que tengo que agradecer a Dios, a los ángeles, la Virgen de Guadalupe porque hasta el día de hoy no he tenido ningún accidente, pese a que sido irresponsable. Seguramente algunos que en este momento leen esta nota se sentirán identificados.
Casualmente hoy alguien me envió este video que tiene más de 3 millones de reproducciones. En estos 4 minutos se ve la historia de 6 personas haciendo lo que a diario hacemos todos y por un segundo de distracción todo cambia.
Esta campaña estadounidense de AT&T nos deja una lección: un WhatsApp, una foto, un tuit puede esperar. A veces, incluso pensamos que “mirarlo solo un momentito“ no es peligroso, pero lo cierto es que la menor distracción puede ser mortal cuando se está conduciendo. Y la verdad es que ningún post, llamada, mensaje o foto es más importante que nuestra vida y la vida de los otros.
Hoy hago el firme propósito de no volver a tomar el celular mientras conduzco.
Aquí está el vídeo:
@ANDREAVILLATE