El país de los nadie, de los olvidados, esa Colombia de los explotados, indignados y rebeldes nos ha hecho el llamado a la lucha, a la movilización y la justa exigencia de una educación superior como derecho fundamental y bien común. La ausencia de un proyecto real del Estado frente al sector educativo hace que hoy las Instituciones de Educación Superior públicas (IES) estén tocando fondo, nuestras casas de estudio se están derrumbando. La falta de inversión en infraestructura, la consecución de recursos propios de las universidades (privatización), el déficit de funcionamiento y el modelo de subsidio a la demanda que se traduce en créditos asfixiantes para las familias colombianas, es lo único que han ofrecido los últimos gobiernos a las y los estudiantes del país.
El déficit de funcionamiento de las IES es de 3,2 billones de pesos y el de inversión supera los 15 billones. El gobierno insiste en políticas como la financiación contingente al ingreso, el Icetex y un modelo de educación terciaria que busca profundizar las desigualdades sociales al no permitir una educación integral que invite a la reflexión, al pensamiento crítico y a la libre construcción de un proyecto de vida autónomo lleno de posibilidades. Necesitamos de una formación que nos permita afrontar las diferentes problemáticas de una sociedad que depreda el medio ambiente, que excluye las grandes mayorías de sus derechos y que nada le importa la superación de las múltiples pobrezas de las gentes. Llegó la hora de la investigación, proyección y participación de las IES en la formulación y creación de políticas públicas y sociales que conduzcan a mayores grados de bienestar para las y los colombianos. Desde las universidades construiremos las bases del conocimiento necesarias para la paz que tanto hemos buscado.
Por esto y más los y las estudiantes de educación superior en Colombia decidimos salir a luchar por nuestra dignidad y la de las futuras generaciones. El 14, 15 y 16 de septiembre nació en Florencia, Caquetá la Unión Nacional de Estudiantes De Educación Superior (UNEES), plataforma que se convierte en referente nacional del movimiento estudiantil colombiano al agrupar en su seno las expresiones más diversas y plurales que constituyen nuestras universidades, plataforma que permitirá llevar una disputa organizada, articulada y contundente por la defensa de una educación para la paz y la construcción de una sociedad democrática, justa e incluyente. El pasado 27 de septiembre la UNEES radicó ante el Congreso de la República, Minhacienda, Mineducación y Presidencia de la República el Pliego Nacional de Exigencias elaborado en Florencia, Caquetá.
Pliego que entre otros puntos exige el incremento presupuestal de 4,5 billones de pesos a las IES públicas del país (que vayan a la base presupuestal de las IES), la reliquidación de las deudas de los estudiantes con el Icetex con tasa real de interés en 0%, el aumento del presupuesto para Colciencias en un 100%, la generación de un plan de pago de la deuda histórica que tiene el Estado con las IES públicas en el marco del plan nacional de desarrollo y el congelamiento de los costos de las matrículas en las universidades privadas.
Con este pliego le decimos al presidente de la República Iván Duque, al ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, a la ministra de Educación María Victoria Angulo y al Congreso de la República de Colombia: ¡Los estudiantes en Colombia no permitiremos la aprobación del presupuesto general de la nación sin que éste respete nuestras exigencias que más que necesarias, son fundamentales para comenzar a solucionar la grave crisis que afronta desde hace años el sistema educativo del país!
De ser necesario estamos dispuestos a entrar en paro nacional universitario, a tomarnos las calles y escalar la movilización hasta que se nos escuche. En las calles nos verán, en las casas, en los barrios y en cada rincón de nuestra patria luchando por nuestros derechos.
Nuestra indignación y rabia se convertirán en luchas colectivas, hacemos un llamado a la ciudadanía colombiana a acompañar nuestras movilizaciones, un llamado a los sectores sociales y democráticos del país a reactivar los mecanismos de articulación nacional que permitan desatar una lucha conjunta, a los trabajadores, a los campesinos, al magisterio, a las negritudes organizadas, a las feministas, al movimiento LGBT, a quienes reivindican el uso de las plantas sagradas, a los artistas, a cada estudiante, a los congresistas que se alejan de esa clase corrupta y politiquera tradicional; a las bancadas alternativas de Senado y Cámara, a nuestras madres y padres, a cada mujer y hombre que sueñe con la nueva Colombia democrática, educada y en paz.
