Iván Duque engañó en campaña a los empresarios del sector textil y confecciones al prometerles colocar “el mayor arancel posible”. Con el cuentico de que quieren mucho a los consumidores, para que compren barato y les alcance el sueldo, quebraron a este importante sector de la economía. A pesar de que al menos el 90 % del empleo en el país lo generan los confeccionistas y las tejedurías, donde se emplean un gran número de madres cabezas de hogar, hoy la poderosa industria textil se encuentra en riesgo de ser quebrada.
Colombia pasó de contar con 400.000 mil hectáreas de algodón, a tan solo 10.000 hectáreas al cierre del 2018. Al día de hoy se han perdido al menos 600.000 mil empleos en este sector modelo de la industria nacional.
Guillermo Criado, presidente de la Cámara Colombiana de la Confección sostiene que no es cierto que la producción nacional sea costosa, sino que la industria textil está apretada comparado con los importadores que traen mercancía y pagan salarios de hambre. Acá lo explica en conversación con Mario Valencia, director de Cedetrabajo: