Es difícil encontrar un bandido con tanta elocuencia como John Jairo Velázquez. No solo tiene elocuencia sino carisma. Por eso, estando preso en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, se hizo amigo de Miguel Rodríguez Orejuela, a quien, en su momento, intentó matar a su hija por orden de Pablo Escobar. Las circunstancias hicieron que Popeye se convirtiera en el jefe de seguridad del capo del Cartel de Cali dentro de la cárcel.
En esta entrevista, dada a un canal latino de Estados Unidos, Velázquez se despachó contra la clase política colombiana llamándolos criminales y sacándoles en cara los 4 mil millones de dólares que se despilfarraron en Reficar.
Lo curioso es que un hombre que ha confesado haber matado a 300 personas --que dirigió la operación en donde fue secuestrado Andrés Pastana Arango-- tenga que decirle al mundo lo podrida que está nuestra clase dirigente. ¿Tan malos serán nuestros políticos que Popeye les tiene que dar clases de moral?