Que Popayán es una de las ciudades hiperdensas del mundo, con más de 8.000 habitantes por kilómetro cuadrado, superior a Tokio y Yokohama, en el Japón, que no superan los 4.600 hs/Km2, fue el dato que más llamó mi atención, durante la exposición del Director de Planeación Nacional, Simón Gaviria, al presentar el pasado lunes, en el CAM, con el alcalde Cesar Cristian Gómez, la asesoría que iniciarán en 119 municipios del país, incluido Popayán, para que con las alcaldías y vinculando a todos los sectores de la población ( habitantes de barrios, veredas, empresarios, campesinos, comerciantes, hoteleros, estudiantes, deportistas, artistas, etc,) asesorados por el Banco Mundial y prestigiosas universidades nacionales e internacionales, lideren la formulación de Planes de Ordenamiento Territorial Modernos, buscando planificar el desarrollo urbano y rural, mínimo a 30 años.
El hecho de que en Popayán vivamos apeñuscados y con un desarrollo urbano anárquico, cuando nos salimos del tablero de ajedrez del centro histórico, puede explicarse en fenómenos tales como: la expansión hacia el norte siguiendo la Panamericana y los rieles del ferrocarril y la ‘reforma urbana’ que entre los años sesenta y setenta hizo por su cuenta Álvaro Pio Valencia, cuando ferió su herencia que le dejó el maestro Valencia, ‘vendiendo’ lotes a peso, en lo que hoy es Bello Horizonte y barrios vecinos, donde no había disponibilidad de servicios públicos, hasta que iniciando los 80, fue construida por el ICT, la urbanización La Paz y el acueducto construyó un tanque que distribuía agua a los barrios del Alto Cauca, por el costoso sistema de bombeo.
Mientras tanto, amplios terrenos situados al sur de la planta de tratamiento de agua de “El Tablazo”, hasta el puente sobre el Cauca, en la carrera 9ª, con disponibilidad de servicios públicos, no fueron urbanizados y siguieron como lotes de engorde, con alta valorización y mínimo pago de impuestos y hacia el occidente, el aeropuerto y el batallón se constituyeron en barreras infranqueables para la construcción de nuevas urbanizaciones y edificios en áreas de mayor asequibilidad para la conexión de servicios públicos a menor costo.
Ante la barrera montañosa de las “Tres Cruces” o “Tres Emes”, al oriente, la expansión hacia el occidente, superó el centro histórico, desde los 40 del siglo pasado, encementando el Achiral y aparecieron barrios como El Valencia, Las Américas, la Esmeralda, Pandiguando, Camilo Torres, la María, etc. Pero el terremoto de 1983 fue detonador del surgimiento de numerosos asentamientos que hoy ya son barrios con vías pavimentadas y servicios públicos y están aglomerados en las colinas al sur oriente y suroccidente de la ciudad, bordeando la variante, la mayoría con viviendas en cemento y ladrillo que reemplazaron a los cambuches de madera, cartón, plástico y tejas de zinc de entonces, cuando las miles de familias sin vivienda propia ocuparon fincas cercanas, las orillas del río Ejido y espacios públicos y se organizaron para luchar contra el desalojo de los predios invadidos y para que el Estado contribuyera en la construcción de sus casas, fundando una organización que fue liderada por líderes como los asesinados Lucho Calderón y Luis E. Solarte.
Tal vez desde el terremoto se generalizó en Popayán el irrespeto por el espacio público, unos por necesidad extrema para buscar techo para sus familias, y otros por viveza y ambición al querer hacerse a otras propiedades o extender las suyas a costas del espacio público y terrenos del Estado. Así se dieron abusos como la apropiación de las orillas de los ríos Ejido y Molino, al igual que de andenes y vías lentas para ampliar antejardines y construir, como sucede a lado y lado de la Cra 9ª, (antigua panamericana) desde empaques del Cauca hasta el centro comercial Campanario y en La Esmeralda. Lo positivo es que el municipio, desde la oficina de Planeación, según informó el arquitecto Francisco Zuñiga, ya empezó a enviarles oficios a quienes se apropiaron de las vías lentas, para que las devuelvan y así poder habilitarlas y agilizar el congestionado tráfico que se presenta en la principal arteria que atraviesa de sur a norte la ciudad.
La continuación del Plan de Movilidad, el traslado del batallón, construcción del nuevo aeropuerto, adecuación de un corredor eco-turístico a orillas del río Cauca, el rescate del Molino y Ejido, planes de manejo para las cuencas de Rioblanco, el río Piedras, ubicación de zonas francas industriales, construcción de galerías, centros comerciales, colegios, universidades, bibliotecas públicas y centros culturales, parques, polideportivos, planes maestros de acueducto y alcantarillado, (que no los hay), apertura de nuevas avenidas y calles, ciclo-rutas, arborización, ampliación de andenes en centro histórico, recuperación de sectores deprimidos como el barrio Bolívar, deberán estudiarse, antes de formular el nuevo POT de Popayán, que fue incluida en el programa de Ciudades Sostenibles.