Si asumes que no existe esperanza, entonces garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que existe un instinto hacia la libertad, entonces existen oportunidades de cambiar las cosas. (NOAM CHOMSKY)
Son desoladoras las imágenes en las que se constituyen filas para accionar reclamos a las diferentes empresas de servicios públicos, además como los cientos de derechos de petición que ciudadanos en ese desespero accionan contra lo que ellos consideran una plena injusticia.
Tenemos un puntual programa presidencial que en últimas ofrece tranquilidad, pero que en la vida real los acontecimientos distan de tan buenas intenciones.
Se han anunciado muchas acciones para “alivianar” la dura carga de muchos ciudadanos que han visto cómo esta pandemia los ha dejado en situaciones difíciles en términos económicos, la vulnerabilidad se hace más evidente, sin embargo, no hay un ente que accione la defensa de esos derechos ciudadanos, no existe hasta el momento quien recoja desde el ejercicio publico estas dolencias.
A los payaneses, como escenario muestral de Colombia, es una síntesis de la desesperanza ciudadana encarnada en nuestro país, con servicios públicos por las nubes, por ejemplo, los aumentos significativos de la energía, agua, aseo (Este servicio es más costoso que el agua) y ahora el gas con sobrecostos, según algunos medios de comunicación de más del 300%. A esto le podemos sumar, el inicio de las foto multas en la ciudad, en plena crisis económica.
Es una lástima que esto pase en Popayán y en Colombia. Esto sucede cuando las gobernanzas no actúan desde las acciones humanistas y solo atienden las acciones mercantiles. El tema va más allá, no existe esa acción de empatía de los que ostentan el liderazgo de esos poderes públicos en favor de los ciudadanos que hoy tienen dificultades económicas y que sin saberlo, comenzamos a poner en práctica esa política social individualista y mezquina del “sálvese quien pueda”.
No sé hasta qué punto la ciudadanía aguantará tanta ignominia, pero es mejor no desafiar a los pueblos, pues todos sabemos lo que la historia ha documentado y es que las sociedades oprimidas, abusadas, tarde o temprano terminan accionado escenarios de insurrección que han cambiado los rumbos políticos.
Por último, quisiera lograr la siguiente reflexión, no hay mejor acción en momentos de crisis por parte de las gobernanzas que la solidaridad y no hay una acción política más cercana a los pueblos que la empatía social. Es momento de generar confianza y no desesperanza.
“Si no desarrollas una cultura democrática constante y viva, capaz de implicar a la clase política, ellos no van a hacer las cosas por las que los votaste. Apretar un botón y luego marcharse a casita no va a cambiar las cosas”.(NOAM CHOMSKY)