Colombia está viviendo un nuevo «boom de la cocaína. Actualmente, es su segundo producto de exportación después del petróleo y su precio se encuentra disparado en los mercados internacionales luego del confinamiento mundial de la pandemia. En 2021 la cocaína aportó 2 % del PIB de Colombia, un porcentaje que se ha triplicado en los últimos siete años y que evidencia la creciente importancia que tiene esa droga en la economía nacional.
La región Caribe, desde los setenta del siglo pasado, con la bonanza marimbera y la exportación de cocaína afianzada por los carteles de la droga que utilizan sus puertos como centro de operaciones, ha tenido como fondo la permanencia de testaferros, lavadores de activos, políticos, jueces, policías y militares. El auge de estas relaciones tuvo su clímax cuando los paramilitares de las AUC, al mando de alias Jorge 40, toman el control de las economías ilícitas en la región y fue allí donde muchos alcaldes, concejales, empresarios y militares empezaron a tener nexos con el grupo ilegal; sin embargo, con la desmovilización de los paramilitares y posterior llegada de bandas criminales parece que el hábito nunca acabo.
Polémica ha causado en los últimos días la detención de la presidenta del Concejo de Cartagena de Indias, Gloria Isabel Estrada Benavides, a quien le fueron encontrados en medio de una requisa policial, cuando viajaba de copiloto en una camioneta conducida por su pareja sentimental, un kilo de cocaína, cerca de 8 millones de pesos en efectivo y un arma de fuego. Según la Fiscalía, los implicados podrían tener relación con bandas criminales dedicadas al tráfico de estupefacientes, sin embargo, esta no es la primera vez en el último año que políticos y personas de alto poder están implicadas con grupos narcotraficantes.
El año pasado también causó polémica la noticia de la detención de la excandidata a la alcaldía de Chibolo, Magdalena, y a la Asamblea Departamental también por el Partido Liberal, Tania Patricia Coronel Goenaga, quien fue detenida con un arsenal de guerra en la vía Troncal de Oriente a la altura del peaje de Tucurinca, zona Bananera del Magdalena, en una lujosa camioneta de alta gama en su caso fue enviada a la cárcel junto con otras tres mujeres por los delitos de porte ilegal de armas de uso privativo de las fuerzas armadas agravado en concurso con transporte de uniformes y elementos de uso privativo de las Fuerzas Militares, las armas serían para la organización criminal del Clan del Golfo en el Magdalena que se mantiene el guerra contra Los Pachenca.
Asimismo, en el mismo departamento se daría a conocer la presunta vinculación del alcalde del municipio de Guamal, Magdalena, Elkin Méndez Posteraro, del Partido Cambio Radical, con el Clan del Golfo, en donde por medio de interceptaciones telefónicas se comprobó que se reunió con integrantes de la banda criminal. Días después miembros del Clan del Golfo asesinaron a Willy Tinoco, concejal de Guamal junto con un primo y un tío en el corregimiento de Ricaurte, al interior de una gallera, sin comprobarse aún si la masacre tendría que ver con una vendetta de la banda criminal.
No obstante, lo más impactante ocurría en los departamentos del Atlántico y Córdoba, también el año anterior, con la captura de un reconocido abogado en Montería, un coronel en retiro y su concuñado que era un mayor de la Policía en Barranquilla por trabajar para la estructura de esa organización criminal en el departamento de Córdoba y el municipio de Puerto Colombia al parecer tendrían también relación como testaferros y miembros activos.
Medios de comunicación mostraron diferentes audios donde integrantes del grupo criminal los implicaban en homicidios selectivos, pero la peor parte ocurrió con el atentado sicarial contra el agente de la Dijín Davier David Arredondo en Montería, y quien era el testigo estrella en el proceso contra el teniente coronel Javier Ahumada y su concuñado, se conoció que Deiver se habría retractado en el proceso.
¿Hasta dónde llegará el poder de los grupos del narcotráfico en la región Caribe?, ¿quiénes más estarán implicados con ellos?, ¿estamos ad portas de una nueva gran guerra contra el Estado?, ¿o definitivamente el narcotráfico nos derrotó?