Colombia es un país de paradojas. A pesar de las profundas inequidades en el acceso a internet —especialmente entre el campo y la ciudad—, la alta conectividad está moldeando dos ámbitos aparentemente distintos: la política y la educación.
Por un lado, el presidente Gustavo Petro arrasa en redes sociales, superando ampliamente a sus adversarios políticos en seguidores. Por otro, más de tres millones de colombianos están inscritos en cursos en línea a través de plataformas como Coursera, dejando atrás a universidades tradicionales que parecen atrapadas en una crisis de pertinencia.
Un país conectado a pesar de las desigualdades
Los datos son sorprendentes y ofrecen pistas sobre cómo internet está transformando distintos sectores. Según Digital 2025: Colombia (Datareportal) y el Boletín Trimestral de las TIC del MinTIC, los números hablan por sí solos:
• En un país de 53 millones de habitantes, existen más de 78 millones de conexiones móviles. Esto se debe, en parte, a que muchas personas usan más de un celular. Incluso en zonas rurales, la penetración de móviles en modalidad prepago es considerable.
• 41,1 millones de colombianos son usuarios de internet (77% de la población), considerando accesos fijos y móviles.
• Prácticamente todos los móviles están conectados a redes 3G, 4G o 5G. En el peor de los casos, solo recibe6,n mensajes SMS, pero en la mayoría, permiten acceso a un extenso abanico de redes sociales.
• 36,8 millones de usuarios en redes sociales, un número que coincide con los usuarios activos de Facebook (Meta).
• Al iniciar 2025, había 30,6 millones de usuarios de YouTube, equivalente al 74,5 % del total de usuarios de internet.
• 20,4 millones de usuarios en Instagram y 32 millones en TikTok.
• Curiosamente, los usuarios de X (antes Twitter) disminuyeron durante 2024, quedando en 5,2 millones en enero de 2025.
Política digital: Petro a la cabeza
El impacto de estas cifras es claro en la arena política. La llegada de youtubers al Congreso en las elecciones de 2022 marcó un cambio importante, mostrando cómo la popularidad en redes puede traducirse en votos, independiente de la trayectoria o formación profesional.
En X, el presidente Gustavo Petro arrasa con más de,, superando ampliamente a cualquier otro político colombiano. Su alcance es tal que parece tener seguidores a granel, tanto dentro como fuera del país.
La única que se le acerca es Vicky Dávila, con la mitad de seguidores (4 millones). Más abajo están Claudia López (2,8 millones), Gustavo Bolívar y Sergio Fajardo (1,7 millones cada uno).
La gente prefiere leer mensajes cortos y contundentes, así contengan errores ortográficos o frases grandilocuentes de corte macondiano, publicadas un domingo en la mañana
Por debajo del millón están: Germán Vargas Lleras (931.000), Miguel Uribe (317.000 ) y Juan Manuel Galán (274.000). Poca ambición en el terreno de las redes…
Para bien o para mal, en la era de la inmediatez, la gente prefiere leer mensajes cortos y contundentes, así contengan errores ortográficos o frases grandilocuentes de corte macondiano, publicadas un domingo en la mañana.
Educación: La otra de la conectividad
En paralelo, millones de colombianos están aprovechando la conectividad para educarse, especialmente en áreas emergentes como inteligencia artificial, ingeniería de prompting y machine learning. Plataformas como Coursera registran más de tres millones de colombianos inscritos en cursos en línea, una cifra que crece constantemente.
Mientras las universidades tradicionales luchan con crisis de pertinencia, el aprendizaje en línea se abre paso con programas cortos y efectivos que responden mejor a las necesidades del mercado actual.
Así pues, la conectividad a internet ha dado un vuelco a la política, con sus connotaciones de polarización e incumplimientos de promesas. Y también lo está dando a la formación de millones de colombianos. Una verdadera paradoja.
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