Es tal la proliferación de candidatos a las JAL, concejos y asambleas que no se sabe si es el resurgimiento de nuevos líderes, que el país necesita urgentemente, sobre todo salidos desde las bases populares, y, que no necesariamente deben de ser de izquierda como se ha creído, o son por otras causas.
Podría pensarse que también el desempleo, y la falta de oportunidades, lleva a muchas personas a buscar una posibilidad de mejoramiento de su vida, y realización personal que no tiene en otros campos, obteniendo una curul en esos escenarios de la democracia representativa.
En los dos escenarios anteriores además de los deseos y el liderazgo, para quien lo tiene, requiere de grandes sumas de dinero, lo que desnaturaliza la democracia y, la hace fácil víctima de dineros mal habidos. Quien quiera ser elegido deberá invertir altas sumas de dinero en temas de marketing político, logística, atenciones, etc.
Y, hay un último escenario que es el que mayormente se presenta, es el de ser idiotas útiles de politiqueros profesionales que se aprovechan de la ingenuidad y, necesidad de todos los aspirantes.
Estos sagaces personajes de la política criolla abusan de estas aspiraciones y, deseos de estos ingenuos candidatos , y terminan siendo utilizados para que sumen votos para alcanzar el umbral de la lista. Estos saben que tal cantidad de candidatos no saldrán elegidos, pero son parte de la estrategia para que los caciques mayores sean los elegidos.
Claro , estos políticos profesionales , más no líderes, saben que para ganar hay que invertir mucho más que los demás, y la compra de votos a seudolideres barriales y veredales son los que determinarán la elección. Y, por supuesto que la extorsión con los empleos públicos igualmente será determinante.
Así se forja nuestra democracia local que luego se multiplicará a una escala superior, el congreso de la república.