Para Muhammad Khan Sheerani, líder del Consejo de la Ideología Islámica de Pakistán, un palo pequeño es suficiente para darle un golpe suave a una mujer cada vez que no se porte bien. Por eso propone, en nombre de otros 20 hombres que conforman el Consejo, que si su esposa no se viste como lo quiere su esposo, se niega a tener sexo, o no cuida su higiene personal, su marido la puede castigar con un golpe ligero.
Amparados en el Corán, en 75 páginas, el líder islámico expone las situaciones en las que estaría permitido castigar a la esposa. Las mujeres casadas tampoco pueden hablar muy alto cuando están con gente extraña a su alrededor, pues si llaman la atención de algún incauto también pueden recibir un golpe. Claramente también está vetado ser actrices, modelos, salir en la televisión o hacer cualquier otro tipo de exposición pública sin la aprobación marital.
En la petición que los 20 islámicos miembros del Consejo le hacen al gobierno de Pakistán, con el argumento de serle fiel a la religión, también piden que, en lo posible, las mujeres no tengan permiso para estudiar ninguna carrera. En el caso de las mujeres enfermeras, estas tendrán prohibido cuidar a los hombres.
La muerte sería el golpe más duro que recibirían las esposas de acuerdo con este mandato islamista, y que sucedería si una mujer decide abortar después de 120 días de gestación del feto, pues se consideraría un homicidio y en Pakistán ese delito se paga con la muerte.