Cada madrugada de sábado, en los últimos dos meses, Yina Calderón hacía trasnochar a sus miles de seguidores de Instagram con sus live. En ellos pudo mostrar como le besaba el trasero a un enano, como se emborrachaba con sus amigos en una piscina o como tomaba hasta morir al lado del cantante Luis Alberto Posada. La gente, los que no la seguían, le preguntaban a la policía por qué permitía eso.
Ella misma le dio la "mala" noticia a sus seguidores. No podrá hacer más putifiestas: “No puedo hacer más ‘putifiestas’ en ninguna ciudad hasta que la pandemia pare”.
En los últimos días Yina Calderón subió una entrevista en donde deja entrever que algo terrible le sucedió a su auto después de sufrir un accidente: