Decía don Antonio Machado hace 100 años refiriéndose a su país: “en España, de diez cabezas, nueve embisten y una piensa”.
No quisiera uno imaginar lo que sentenciaría el poeta si aun viviera y por casualidad hubiera tenido la fortuna de nacer en Colombia.
La polarización política es una realidad histórica que ha costado la sangre de nuestros compatriotas; muy pocos hablan de ella y la hemos normalizado como un fenómeno subyacente e incluso consustancial del proselitismo.
Una cosa es la diferencia en el criterio, que es necesaria y benéfica en democracia y otra la polarización ciega y violenta, que incluso algunos llegan a promover para obtener réditos electorales.
Teóricos como Morris y Moriano distinguen dos formas de polarización: la ideológica y la afectiva; la primera es la que se sustenta en opiniones radicales y la segunda la que surge de sentimientos y actitudes.
Ejemplo de cada una: primero, criticar la política monetaria del Banco de la República por las deficiencias técnicas que a mi juicio pudiera tener o porque es contraria a mis intereses personales o segundo, simplemente sentir animadversión y repulsión por el vecino que milita en el extremo político (opinión y sentimiento). Circunscribir nuestro pensamiento a una posición intransigible es polarizar.
En la política a todos nos gusta salir ganando así a veces seamos consientes de que no tenemos razón; nuestro ego es superior a cualquier razonamiento.
Ojalá que dentro de 100 años los que están por nacer encuentren panoramas distintos y seguramente en esa época la educación ya habrá cumplido su función liberadora.
En ese momento alguien escribirá con júbilo diciendo que se pudo revertir el aforismo de Machado y que por fin no solo en España sino también en Colombia, de diez cabezas nueve piensan y ya solo una embiste.
Con emoción anunciaran que ya se puede opinar sobre política en las redes sociales sin necesidad de vestir la armadura la que hoy nos vemos obligados a lucir por la prevención de embestir o la necesidad de de hacerlo nosotros con el que no coincide.
|Le puede interesar: Comerciantes denuncian en Cartagena falta de licencias en el Centro Histórico