Dentro de mi rutina diaria siempre estaba pasar por la misma tienda de abarrotes en las noches, allí, hacía un alto para descansar del trajín de la jornada laboral, fumarme un cigarrillo y sostener una conversación amena con el hombre senil y amable que la atiende en compañía de su esposa. Me contaba sobre su vida, sus hijos, su percepción de la ciudad, su historia e indagaba sobre mí, parece extraño, pero nunca tocamos un tema político hasta ese fatídico domingo 27 de mayo.
Voté por Sergio Fajardo siendo mi candidato predilecto Humberto de la Calle, tal vez por miedo, aunque en realidad siempre lo percibí como estrategia política; sabía que si no era por esa vía le abriríamos la puerta del triunfo una vez más al uribismo y confieso que el plan de gobierno más encantador y revolucionario de estas elecciones había sido engendrado por el proyecto de la Colombia Humana, encabezado por el honorable Gustavo Petro.
Siempre tuve claro el miedo que genera el candidato Gustavo Petro, pues no es un secreto que la propaganda negra en su contra y la cantidad de colombianos que se dejan llevar por la información fácil de digerir es una gran bola de nieve que viene bajando por la cuesta empinada que inicia en un alto índice de ignorancia y aún no llega al llano terreno de la indolencia y el odio que nos aflige como sociedad.
Abrumado por la pérdida casi ineludible a la que nos enfrentábamos los colombianos después de que fajardo se quemara en la entrada, paré en la tienda, suspiré, me exalté, era el último boletín, inmediatamente le cuestioné ¿qué opina usted amigo mío? Él me contestó ¡no era lo que esperaba, pero nos fue bien! No entendí si estaba con Fajardo o tajantemente era partidario de Iván Duque. Al final profirió que había que votar por Duque, razón suficiente para que yo inmediatamente comenzar a argumentar el por qué no debía hacerlo y tratar de atraerlo hacia la orilla de esa Colombia Humana (casi utópica pero ya propuesta). El resultado de esto, aclarando que actué de manera tranquila en forma de diálogo con paciencia y argumentos, fue recibir insultos y ser casi que vetado de su pequeño bazar.
Ese día perdí un amigo, el cucho Rogelio, por ser consciente tal vez, o mejor, por no haber entendido durante estos 16 años que la gente, cuando carece de estímulos intelectuales es normalmente fácil de conducir por medio de las pasiones, la ira y la creencia dogmática en lo aparente ante sus ojos. Recordé que tiempo atrás, el viejo me contó que había terminado en la ciudad debido a la persecución de la guerrilla en el Quindío, sin brindar mucha información y yo tampoco pregunté más, recordar este detalle fue razón suficiente para aterrizar mi confusión sobre la situación.
Todo lo anterior me llevó a confirmar que los colombianos con un mínimo grado de conciencia nos enfrentaremos a una coraza dura, madurada por varios años de mentiras, de manipulación mediática, de muestras mesiánicas y de resignación ante la usurpación de su dignidad, llamada uribismo. Me vi obligado a hacer un análisis introspectivo del perfil de este tipo de colombiano a través del viejo:
1. Siente rencor por la violencia generada por la guerrilla durante décadas: les han vendido la historia de que se premiaron a los bandidos. Ellos (gente cómo este viejito bonachón) no reconocen que a pesar de ser cierto, que la guerrilla de las Farc es un grupo narcotraficante, que marcó la vida de muchos de nuestros compatriotas con sus escalofriantes actos de guerra y sus viles ataques a la sociedad civil, simplemente negociaron con el estado, quien tuvo que ceder en algunos puntos, pues su poder militar y económico les dio la capacidad para esto, negociar y someterse a lo que se conoce como justicia transicional. En una negociación y por deducción lógica, ninguna de las partes quiere perder. No obstante, ya no tenemos pérdidas humanas por el conflicto, se respira una leve calma en el campo pese a las disidencias, hoy por hoy se tiene un país más seguro y más pacífico que el de hace algunos años con la seguridad democrática; para muestra de esto, visitar el hospital militar.
2. Sienten temor de ser cómo Venezuela: Esto es un boom en Latinoamérica, en Colombia está más de moda que las plataformas de las millennials. Es innegable el éxodo humano que están viviendo nuestros hermanos venezolanos, la solidaridad y el dolor de ver lo que llegan a hacer a nuestras ciudades nos conmueve y nos remuerde la conciencia. Sin embargo, habrá que observar en términos socioeconómicos el porqué de esto. Venezuela dependía elementalmente de los recursos del petróleo, su sistema productivo fracasó porque se estancó ante la opulencia que en algún tiempo este recurso generó, las medidas económicas de resistencia ante los bloqueos económicos fueron nefastas y el punto central es, que el país democráticamente permitió que una única facción política gobernara durante años, esto se convirtió en la dictadura de Nicolás Maduro. Pero ojo a esto, para ser coherentes, la mejor opción que tenemos hoy los colombianos es precisamente rechazar que se imponga en el poder una única facción política, ya son 4 (tal vez más si contamos a Pastrana, hoy impulsor de esta campaña) gobiernos seguidos de los mismos con las mismas, y hay que contar a Santos porque su elección se dio gracias al apoyo del gamonal del ubérrimo, independiente de cómo gobernó. Los mismos apellidos Lleras, Uribe, Santos, Ordoñez, Ramírez, Pinzón, Gaviria, Pastrana, Duque etc… Detrás de los escándalos más grandes de corrupción en Latinoamérica Reficar, Odebrecht, Agro ingreso seguro, Colpensiones, Interbolsa, ChuzaDAS, Parapolítica, Farcpolítica, Yidispolítica etc.
3. No voy a votar por un guerrillero que asesinó, torturó, violó bla bla bla: Es que en Colombia somos amantes de dividirnos en dos grandes grupos de odio, Conservadores o Liberales y ahora la política gravita entre guerrilleros y paracos (fajardistas versus petristas - petristas versus uribistas, esto porque Duque no representa más que un peón en el tablero de ajedrez) ¡basta! Hay que entender que el M-19, aunque grupo guerrillero también, es muy diferente a lo que hoy por hoy son el Eln, el Epl y a lo que fueron las Farc, el M-19 nunca tuvo intenciones comunistas ni socialistas, se engendró como respuesta a la corrupción y estuvo integrado fundamentalmente por intelectuales, actores políticos y estudiantes, al menos en su parte política e ideológica (a la que perteneció Petro, no estuvo en la facción que realizaba acciones militares), se re insertaron a la sociedad civil y participaron activamente de uno de los más grandes momentos de este país, la constitución de 1991. Si quiere ser coherente tenga en cuenta que, en otros partidos también hay ex miembros de este grupo insurgente, con Fajardo estuvo en campaña Antonio Navarro Wolf, con Iván Duque estuvo Everth Bustamante y con Petro, pues Petro. Seamos consecuentes, si nos doliera votar por partidos o campañas de exguerrilleros, el voto en blanco se habría impuesto.
En estos tres puntos puedo resumir la ventaja (con trampa) que lleva Iván Duque para este 17 de junio, podría pasar horas completas escribiendo argumentos sobre por qué Gustavo Petro es mejor opción que Iván Duque, pero en estos y en mi concepto, resumo los más elementales motivos de por qué el uribismo está hasta el momento, ganando las elecciones, falacias que afectan a personas como el cucho Rogelio, con una primaria y una vida que atestiguó las décadas de conflicto en Colombia.
A todos un favor, sigamos siendo amigos, no nos dividamos por política, no nos enojemos, metámosle más mente que tripas, yo ya perdí un amigo, o tal vez el me perdió, ya que por dignidad no volveré, de pronto ahora piensa que por mi posición política soy guerrillero, comunista o pero aún Castrochavista (cosa que no existe ni como movimiento ni como ideología) y no me quiera ni ver. La invitación es a la política del diálogo, a la lúdica de las preguntas y las respuestas, engendremos un país de pensamientos y buenas prácticas, comencemos a cambiar desde nuestro interior para cambiar nuestra sociedad y por el bienestar de todos, Petro presidente.
Postdata: Recomiendo investigar sobre socialismo y comunismo. El proyecto de Petro es social por lo incluyente y democrático, porque precisamente piensa llegar a todos los integrantes de esta sociedad llamada Colombia. No pierda la fé, no tiene nada que perder. Lo destituyeron y se retractaron, no tiene 270 investigaciones judiciales como otros, ha hecho política limpia, pues, ni siquiera con la persecución a la que lo han sometido le han podido comprobar algún traspié. No insulte, pero tampoco deje insultar su inteligencia, lea e investigue, hasta en Wikipedia aparecen los casos de corrupción y los golazos que nos han metido, es que ni James contra Uruguay en ese adorado Brasil 2014.
