Poesía para la resistencia tiene en su exterior los trazos del pintor Ángel Almendrales. En su interior está compuesta por un prólogo denominado La necesidad de resistir, una serie de comentarios sobre la obra y un conjunto de 33 poemas, cuyo número no fue escogido al azar, sino que es una referencia a la edad en que murió Jesús de Nazaret.
De igual forma, cada poema está acompañado de un epígrafe de autoría de personas relacionadas a distintos campos de la vida (como la literatura, la política, la religión) que marcaron un antes y un después en su entorno. Así como vemos a continuación:
SEMILLAS
“Creyeron que te enterraban
y lo que hacían era enterrar una semilla”
Ernesto Cardenal
Sombras infernales invadieron aquel pueblo.
Dispararon contra la paz.
Apuñalaron esperanzas.
Descuartizaron vidas.
Violaron inocencias.
Pero eso no les bastó,
permitieron que sus cuerpos fueran
alimento para los buitres.
Luego, desaparecieron sus despojos,
prohibieron que se pronunciaran oraciones
y ordenaron que se olvidaran sus nombres.
Perdieron el tiempo.
No los pudieron asesinar.
Uno de los impulsos que me llevó a escribir y publicar esta obra es que en mi corta vida he visto morir más jóvenes que ancianos, he visto más accidentes que muertes naturales y más seres ansiosos que no esperan la llegada de la dama fúnebre, sino que le hacen su trabajo, ya sea con otros o consigo mismos.
Entonces, esta manera tan desordenada en que la muerte se pasea por el mundo me llevó a pensar en mi día final y preguntarme: ¿qué hacer si me quedasen 33 horas de vida?
Me di cuenta que todas las respuestas conducían a acciones posibles de realizar, incluso, hice este mismo ejercicio con otras personas y los resultados fueron los mismos, solo había que vencer el miedo…
Un día sentí que lo había derrotado, sin embargo no pasó mucho tiempo para que este volviera a mí, a infectarme con la duda, atarme de inseguridad y enviarme al rincón de la depresión. Me di cuenta que el miedo no estaba solo en mi cabeza: la sociedad nos llena de miedo y, a su vez, los medios de comunicación llenan de miedo a la sociedad.
MIEDO
“Nuestra marcha hacia la libertad es irreversible.
No debemos permitir que el miedo se interponga en nuestro camino”
Nelson Mandela
Miedo al qué dirán.
Miedo a votar en contra del que te oprime.
Miedo al cambio.
Miedo a vencer el miedo.
Miedo: gobernante tras las bambalinas
del espectáculo mundial.
También existen otros caminos al miedo: los medicamentos nos curan de una enfermedad para provocarnos tres más, la privatización nos llena de deudas para volvernos dependientes a los bancos, los alimentos procesados traen tóxicos capaces de controlar nuestro estado anímico y todo esto para llevarnos a la depresión. La depresión es desesperanza, es miedo. Es ahí donde entendí que nos quieren muertos antes de probar la vejez, claro, no les conviene que una persona viva hasta los cien años, tampoco les conviene una persona que cultive sus propios alimentos o una persona que no se endeude.
Por eso el miedo es su herramienta para que nos rebelemos. Ustedes se preguntarán ¿la herramienta de quién? Sencillamente, de las fuerzas terroristas de acá y del más allá que gobiernan el mundo.
¿Cómo resistir al miedo y sus inoculadores? Solo no puedo, necesito una tripulación dispuesta a sumergirse, conmigo, en las mágicas aguas de la historia, por la utopía del amor. Sí, necesitamos amor, el amor es esperanza y la esperanza vence a la angustia, la depresión y el miedo.
Si todos iremos al mismo fardo cuando termine de agrietarnos el cansancio: ¿por qué temer, por qué esperar sentados, por qué guardar silencio?
Es hora de vencer el miedo de levantarnos, de alzar nuestra voz. Vamos a conducir el barco de nuestro existir en dirección contraria a los vientos retardatarios que pretenden imponer la globalización del pensar, para así lograr que vivamos sin soñar con la rebelión.
Ven, vamos a unir todas las formas de arte para la resistencia, ante nuestras dificultades diarias y contra la opresión. Recuerden, cada minuto de resistencia es un minuto de victoria. Ven, y seremos, historia.
¡Viva la poesía!
¡Viva la resistencia!
¡Viva la poesía para la resistencia!