Recorderis: Antanas, como candidato al senado logró la segunda votación del país. Batió, de lejos, a Uribe en la capital. La gente lo está escuchando con avidez y quienes ven pasos de animal grande lo agreden, también, con encarnizamiento. Antanas, Fajardo y Claudia pueden reactivar la Ola Verde. Están a tiempo de derrotar las campañas basadas en el miedo y la desconfianza.
Después de las elecciones del 11 de marzo muchos se han apresurado a ensillar antes de traer las bestias. Consideran que los resultados, en general, consolidan el proceso de polarización y que, por lo tanto, los que pasan a segunda vuelta serán Duque y Petro. Que, dado el volumen de votos por Duque en la consulta del Centro Democrático, su nombre ya está cantado. Que el llamado centro, que podría estar representado por candidatos como Fajardo o de la Calle, está aplastado. Que Vargas Lleras está aniquilado.
No tan rápido. Hay otros escenarios posibles.
En primer lugar, lo obvio. Como Duque, en la consulta interna (Gran Consulta por Colombia) obtuvo cuatro millones largos de votos, hay analistas ligeros que ya le abonan dicho monto como capital político propio. Hmmm… ¿será así de obvio? Habría que responder, por ejemplo, si quienes votaron por él no lo hicieron por oponerse a alguno de sus oponentes en la consulta. Por otra parte, el CD, liderado por ese fenómeno que ha sido y es Álvaro Uribe, obtuvo 2.5 millones de votos, bastante inferior al voto por Duque. No está claro, entonces, cómo, sin datos suficientes, surge un fenómeno con capital propio de la noche a la mañana.
Independiente de las cualidades que Duque tenga, el país no le conoce aún por méritos de gestión. Los políticos jóvenes que llegaron a la Presidencia en Colombia tenían kilometraje meritorio. Gaviria había sido alcalde de Pereira, congresista, ministro de Hacienda. Pastrana, alcalde de Bogotá, además de conocido director de noticiero. Samper, presidente de Anif, ministro de Desarrollo. Etcétera.
En el mundo de hoy primeros ministros jóvenes como Macron en Francia y Kurz (31 años) tuvieron recorrido como ministros. Entonces, sin negar potencialidades, la verdad es que no conocemos información de desempeño de Duque en asuntos públicos como para afirmar, de una, que cuenta con capital político propio que sea muy superior al del CD y al del propio Uribe.
En la otra orilla, podría aventurarse, como hipótesis, que quienes votaron por Petro en la Consulta Inclusión por la paz son, efectivamente, petristas que votarán por él. Que, siendo un fenómeno político, cuenta con una alta desfavorabilidad por cuenta del miedo al supuesto castrochavismo y, para algunos, por su discutible gestión en Bogotá. Sin dejar de reconocer su brillantez como congresista, es probable que su techo esté cerca de la votación obtenida.
Podría aventurarse que ni Duque ni Petro
tienen garantizado, los dos,
su pase a segunda vuelta
Dicho lo anterior, podría aventurarse que ni Duque ni Petro tienen garantizado, los dos, su pase a segunda vuelta. Entre los dos, quizás Duque tenga mas probabilidad que Petro de llegar a junio 17, por el cuento del coco bolivariano aquel.
Viene entonces la pregunta: ¿qué candidatos cuentan con posibilidades de expandir su nivel actual de preferencia electoral que, por ahora, no los coloca entre los dos punteros?
La respuesta (mera hipótesis): Vargas Lleras y Fajardo, aunque por razones diferentes.
Vargas Lleras, así sea candidato por firmas, cuenta con la maquinaria regional mas aceitada del país, con resultados in crescendo, de Cambio Radical. Como se dice, tiene momentum que se puede estirar hasta las elecciones de mayo. Es un individuo de inmensa experiencia política que da seguridad a una fracción importante de la derecha, independiente de ciertas prácticas de algunos de sus seguidores. No sabemos aún hacia dónde se irán los señores de la U y los conservadores, probablemente fragmentados entre CD y Cambio.
Fajardo carece, totalmente, de maquinaria. Pero, además de su experiencia y su talante de político limpio, tiene a Mockus y la sombra magnífica de la Ola Verde. Fajardo, a quien se le critica por sus silencios, puede, con el apoyo de Mockus, darle una dinámica de crecimiento cuasi exponencial a su candidatura.
Muchos estamos hartos de polarización, de insultos y agresividad, de promoción de la desconfianza y el miedo. Agotados de corrupción. Fajardo, Claudia López y Mockus pueden conseguir, en pocas semanas y con un diacurso de respeto a sus adversarios, la identificación de millones de colombianos a las ideas básicas de Antanas: “Recursos públicos, recursos sagrados”, “No podemos vivir en la cultura del miedo. No podemos quedar atrapados entre Duque y Petro. Es necesario ahora construir un cuento más bonito”.
No veo posible la alianza Fajardo - De la Calle. De la Calle es un dirigente excelente. Por su trayectoria, su rol en el proceso con las Farc, su honorabilidad, su pensamiento liberal (en lo filosófico). Sin embargo, la fucha entre Gaviria y Cristo, la bronca razonable de Robledo y Claudia López a ciertas prácticas en las toldas del liberalismo, harían del proceso una faena de desgaste que no añade valor agregado a la causa del centro.
Así las cosas, los escenarios son varios. A segunda vuelta, además del que muchos ven obvio, podrían pasar la siguientes parejas: Duque – Vargas Lleras; Fajardo – Vargas Llaras; Fajardo – Duque.
Antanas, a trabajar con una de sus especialidades: los símbolos. A reactivar la ola verde, a convencer a millones que el país se construye con la confianza, sin el miedo, con el respeto al otro.
